Santana, Báez, Heureaux, Trujillo y Balaguer fueron unos chivitos jartos de jobo, brutos hasta la pared de enfrente, torpes hasta decir ya, seres sin ningún talento, ñames con corbata sin visión futurista, mandaduchos sólo hábiles para manejar gorilones, matarifes, carceleros y embaucadores de mediana monta, a los que sólo se les ocurría matar, desterrar, encarcelar, torturar y desaparecer a sus más grandes opositores…En vez de hacer lo que ha hecho con toda eficiencia Leonel Fernández (¡un genio!): comprarlos. Y quien no lo crea que mire hacia lo que queda de PRD (si es que queda algo).