Se podrá decir lo que sea sobre ellos, pero en materia de lucha contra la corrupción los haitianos no juegan, no se andan con ñe ñe ñe. Las enérgicas movilizaciones populares contra los ladrones de los fondos aportados por Petrocaribe para el desarrollo de su país representan una lección para quienes aquí y en el resto de América Latina quieran aprenderla; tanto, que Jovenel Moïse, llevado al poder por Michel Martelly, que está en la picota, no puede eludir actuar contra ese bailarín de cabaret, si no quiere que un huracán incontenible de ira arrase con él, como ya empezó a sentir…(¡Bien por Haití!).