La primera familia de la Casa Blanca actual no oculta su gusto predilecto por los viajes, los buenos hoteles, el sol, las playas y la vida gourmet, hasta el punto de que su estilo parece competir con algunos jeques árabes, justo cuando Estados Unidos no ha logrado superar una crisis económica con efectos devastadores en la vida y las finanzas de miles de ciudadanos.

En su viaje más reciente a Cuba, el paraíso perdido, ni siquiera los ataques terroristas del Dáesh en Bruselas pudieron alterar su itinerario, ya que se trataba de la primera visita de un mandatario norteamericano a la isla en 88 años, en una gira familiar de cuatro días a La Habana, junto a su esposa, su madre y dos hijas de la pareja presidencial.

Mientras que el resto de la sociedad estadounidense lucha económicamente para mantenerse a flote en los últimos ocho años, la familia Obama ha estado viviendo todo un estilo de vida de lujo y dispendio. Es justo entender que el presidente está en servicio 24 horas, siete días a la semana, por lo que de vez en cuando necesita cambiar de escenario, incluido el resto de su familia.

Datos recién difundidos por la organización Judicial Watch, ONG de Washington, DC, que monitorea las actividades del Gobierno federal, revelan que el gasto total de los contribuyentes estadounidenses para cubrir todos los viajes de la familia Obama hasta el presente alcanza un monto de $70-millones-880-mil-035 dólares, fácilmente el presupuesto de una nación en desarrollo.

Pertenece a la generación de políticos que predican una cosa y hacen otra. Que tienen una doble moral y un doble lenguaje para estar bien con Dios y con el otro, para engañar a incautos y aprovecharse del sistema

Esa cifra, obtenida gracias a la invocación del Acta de Libertad de Información, FOA, y no por la transparencia voluntaria del inquilino de la Casa Blanca, equivale a un promedio de $10-millones-125-mil-857 dólares por cada uno de los últimos siete años del mandato de Obama. La mayoría de los expendios para su enorme séquito se diluyen sólo en boletos de avión y alojamiento conjunto.

De ese dispendio astronómico, otros millones más se gastan en enormes séquitos, por ejemplo para disfrutar la Navidad familiar en Hawái. A continuación un desglose de los gastos de cada viaje vacacional de la familia Obama y su costo para los atribulados contribuyentes estadounidenses que están con el grito al cielo.

África. A lo largo de seis días en África, la comitiva del Servicio Secreto que acompañó a la primera familia acumuló $2.189.727 en gastos de alojamiento, entretenimiento y seguridad. Judicial Watch tiene los documentos de gastos que revelan este viaje a África, junto con sus vacaciones de Honolulu que costó a los contribuyentes ese año $15.885.585 para gastos solo de vuelo.

Hawái. Algunos aseguran que si los Obama pudieran mudarían la Casa Blanca a Hawái, y quizás sería la alternativa más barata. Durante sus recorridos 2013-2014, los gastos cuestan a los contribuyentes $7.781.361. Eso es $210-mil-877 por hora durante la duración de viaje de 36,9 horas.

México. ¿Cuántos de nosotros podemos decir que fuimos a México para las vacaciones de primavera, cuando teníamos 13 años? ¡No muchos! Malia Obama y 12 de sus amigos viajaron a México acompañados por 25 agentes del Servicio Secreto. Claro, no era la más costosa de las vacaciones de Obama, pero a nosotros, simples mortales $115.500 no es el cambio de bolsillo.

Irlanda. Además del viaje de junio de 2013 hasta Belfast, Irlanda, Michelle decidió tomar un viaje al lado de turismo a Dublín con sus hijas. Entre la familia y su entorno, que costó a los contribuyentes $7.921.638 dólares.

Nueva York. El presidente Obama se trasladó en julio de 2015 para la ciudad de Nueva York con sus hijas en un viaje que requirió 1,5 horas de tiempo de vuelo a $206.337 por hora, para un costo total a los contribuyentes de $309,505.50. ¡El autobús desde DC a Nueva York es mucho más barato!

España. Cifras de la Fuerza Aérea y del Servicio Secreto de los Estados Unidos, obtenidas por Judicial Watch, revelan que durante las vacaciones de Michelle Obama a España en agosto de 2010, el monto total combinado de los gastos fue de al menos $467.585 dólares, acompañada de sus dos hijas, dos amigos de colegio y sus cuatro hijas.

Viñedo de Martha. Durante diez días de vacaciones de la primera familia de la nación en agosto de 2014 a Martha’s Vineyard, en Massachusetts, sólo en billetes de vuelo se gastaron $206.337 por hora. La factura total para los contribuyentes fue de $619.011 dólares. Una semana en ese lugar cuesta 50-mil dólares para alquilar 17 habitaciones, piscina infinita, jacuzzi y una cancha de tenis de doble baloncesto.

Cabe preguntar: ¿cómo es que el primer empleado público de la nación, con un salario de 400-mil dólares al mes y todos los gastos oficiales cubiertos, puede darse el lujo de incurrir en cifras cuantiosas en tiempos de crisis económica, mientras congela por años los aumentos de salario a casi un millón de empleados federales y millones de pensionados, reduce los beneficios de la seguridad social y el bienestar social de los mismos contribuyentes que aportan al sistema y pide sacrificios a la población?

Muy simple. Pertenece a la generación de políticos que predican una cosa y hacen otra. Que tienen una doble moral y un doble lenguaje para estar bien con Dios y con el otro, para engañar a incautos y aprovecharse del sistema ya que no pueden cambiarlo para servir a los ciudadanos y cumplir con el juramento de respetar y hacer cumplir la Constitución con la mano sobre la Biblia el día de su ascenso al poder. Ello es una manera legal de quebrar a una gran nación.