La gran fecha, la gran oportunidad para darle un giro a la situación nacional vigente es la elección de un nuevo presidente, un nuevo gobierno nacional. Ese solo dato indica que los resultados de las elecciones municipales recientes reflejan solo una parte del gran disgusto político acumulado por los ciudadanos. La gran preocupación ciudadana es nacional, no municipal.

Las grandes manifestaciones de febrero pasado en la Plaza de la Bandera y el interior del país no se convocaron por razones municipales, sino nacionales, y la mayoría de esos manifestantes, por ejemplo, esperan las elecciones presidenciales para saldar cuentas. Por esas razones, es muy arriesgado hacer extrapolaciones lineales de los resultados municipales a las presidenciales. Por los motivos indicados se espera que el cinco de julio la afluencia de electores y la cosecha de votos a favor del cambio será mucho mayor.

Por ejemplo, hace exactamente un año, el seis de mayo del 2019, una encuesta Gallup revelaba que el 58% de los dominicanos consideraba que ¨lo mejor para el país sería que gobierne otro partido”.

Más aun, el mismo sondeo indicaba que el 46% quería un “cambio radical” y el 32% un “gran cambio”, es decir, que el 78% de los ciudadanos pedía un cambio político de algún tipo. Eso era en mayo del 2019.

Luego, en la encuesta de enero último, la Gallup encontró que el 64.6% de los dominicanos quiere que ¨el país sea gobernado por un partido diferente al PLD”, de los cuales el 70% correspondía a jóvenes entre 18 y 24 años de edad.

Precisamente los mismos jóvenes que un mes después, a finales de febrero, irrumpieron en masas en plazas y calles de la capital y ciudades del interior con movilizaciones impresionantes y consignas eminentemente políticas, como castigo a los culpables del sabotaje de las elecciones del 15 de febrero y renuncia de la Junta Central Electoral. Es decir, Gallup midió en enero, con la precisión de un relojero, el sentimiento que ya reinaba en el pecho de nuestra juventud.

Por su lado, la encuesta Greenberg-Diario Libre del 30 marzo también reveló que el 60% de los electores prefieren que ascienda al poder un partido político “diferente al PLD”. Pero lo más revelador de ese último sondeo es que el 72% considera que ¨Luis Abinader representa el cambio”.

En encuestas similares publicados por el prestigioso “Centro Económico del Cibao” aparecen porcentajes muy cercanos a los anteriores, sobre las mismas preguntas.

En resumen, durante los últimos años el pueblo dominicano se ha movilizado y luchado por un cambio político, a nivel presidencial, de gobierno, y eso lo impulsara a participar en las próximas elecciones con mas fuerza que en las municipales recientes.

La cita que espera ansiosa la gran clase media metropolitana, la inmensa masa de chiriperos, de trabajadores informales, desempleados pura y simple y los centenares de miles de dominicanos que viven en los Estados Unidos y Europa, es la cita para elegir un nuevo presidente de la Republica, no un alcalde.