Desde el 24 de diciembre del año 01, que fue cuando (clandestinamente, porque el maldito Herodes lo andaba buscando como aguja) apagó su primera velita el niño Jesús, el de Belén, hijo de María y de un tal José; y desde que en 1582 el papa Gregorio XIII inventó su famoso calendario de doce meses (que por la regalía pascual de diciembre es el que más ha durado), a nadie se le había ocurrido una idea tan genial como la que acaba de lanzar Plutarco Arias, ministro de Salud: que en estos tiempos de Covid, en Navidad y Año Nuevo “la gente haga un almuerzo, en vez de una cena”. (Créanme que lo dijo muy en serio).