Bien atrás quedaron los gloriosos tiempos del Movimiento Renovador, que despejó todas sus aulas de la telaraña reaccionaria. Bien atrás, las heroicas jornadas por el Medio Millón, con su estela de sudor, sangre y puños levantados. Bien atrás, las duras batallas por la democracia, las libertades y los derechos humanos…Hoy, la UASD parte el alma: Perdió todo abolengo (hasta su Rector ya no es “Magnífico”), sus “líderes” estudiantiles están en nómina y ya no acoge ideas ni ideologías, sino un maldito tigueraje que la paraliza cuando no hay arroz y habichuela en su gran fonda populista….(De hecho, la UASD es una irrealidad).