Nueva York.-Entender lo que ocurre en Siria require aceptar que todos los bandos mienten, siempre ha sido así, la verdad es la primera víctima de todas las guerras.
En Siria mataron alrededor 80 personas con armas químicas. Eso no significa necesariamente que lo hizo el gobierno del presidente Bashar al Assad.
¿De dónde vinieron las armas y quién las usó?
Seymour Hersh, ganador del Pullitzer, respetado periodista investigador, dijo que Hillary Clinton, como secretaria de Estado, pasó el arsenal químico de Libia a los rebeldes sirios.
Ellos la usarían y culparían a Assad, justificando que Washington intervenga para derrocarlo, posibilitando la construcción del soñado oleoducto transarábigo llevando el petróleo del golfo hasta Europa.
Nadie desmintió a Hersh, ni sabemos donde está el arsenal químico de Gadafy, pero en el 2013 hubo un ataque químico en Siria, murieron unas 1.400 personas.
Washington no atacó, y Rusia intervino comprometiéndose públicamente al desarme químico a Assad, certificado por observadores internacionales independientes.
Assad no tiene armas químicas y, si guardó algunas, las usará en una seria emergencia, no contra civiles desarmados cuando tiene la guerra casi ganada.
El último ataque químico sólo benefició al Presidente Donald Trump, porque disparó 59 misiles contra un aliado de Rusia, demostrando que no tiene contubernios con Vladimir Putin.
Si Trump intenta derrocar a Assad, Putin lo defenderá, porque es el único aliado que le queda a Rusia, ya Washington le derrocó a todos los demás.
A Jacobo Arbenz en Guatemala, 1954, Salvador Allende en Chile, 1973, Sadham Hussein en el 2006, y Gadafy en el 2011; Putin defenderá a Assad.
Entrando a Damasco, hace 2.000 años, Pablo se transformó de perseguidor en Apóstol del cristianismo, transformó el mundo.
Si Trump marcha sobre Damasco, Rusia defenderá a Asad, habrá otra transformación, planetaria, vendrá la Tercera Guerra Mundial.