Nueva York.-Esto empezó con el primer gran ataque suicida, dos camiones-bombas estallaron en Beirut, en octubre del 83, mataron a 241 soldados estadounidenses.  Horrorizado, Ronald Reagan huyó del Líbano, jamás envió soldados al mundo árabe, pero los regímenes despóticos de la región encarcelaron a muchos disidentes.

Las cárceles saudíes, egipcias, jordanas y yemeníes los radicalizaron. Salieron dispuestos a morir luchando contra quienes ocuparan territorios árabes, Reagan los contrató como mercenarios, armándolos y entrenándolos para combatir a los soviéticos en Afganistán.

Los soviéticos huyeron en 1992 y los fundamentalistas parieron Al Qeada, guerreando contra Estados Unidos, defensor de Israel y los déspotas entreguistas árabes.

En 1998 bombardearon embajadas en Kenya y Tanzania, en el 2001 el 9-11; en el 2003 Bush invadió Irak y, como en Afganistán, los fundamentalistas fueron a pelear.

En el 2011 la “Primavera Arabe” intentó infructuosamente destronar a los dictadores, pacíficamente en Egipto y otros lugares,  o violentamente, como en Siria.

En el 2014 nació el Estado Islámico (EI) entre Irak y Siria. Y el Presidente Barack Obama planea “destruirlo” con bombas, y prostituyendo a los “moderados sirios”, que armará y entrenará. Les pagará para que abandonen su lucha contra una dictadura de 40 años, para luchar contra el EI. En 11 años gastamos miles de millones“entrenando y armando” las tropas iraquíes que huyeron del EI, los “moderados sirios”, ¿serán diferentes?.

Ahora Obama, transfigurado, un pacifista enganchado a guerrerista, “re-invadirá” Irak, admitiendo que retirar las tropas fue un error.

Una vez, Condolezza Rice, la ejecutiva petrolera-secretaria de Estado de Bush, dijo que Irak era un“compromiso generacional”. Una generación son 25 años, llevamos 11,“sólo” faltan 14.

Los petroleros y armamentistas nos empujan a esta tercera, quizá la última guerra fratricida en Irak, sabremos cuando empezará, pero ignoramos si terminará, o hasta donde llegará.