Nueva York.-La convención republicana, del lunes al jueves de esta semana, es la oportunidad de Donald Trump para revertir su tasa de rechazo y desconfianza, solidificando su candidatura.  El primer desafío de la convención de Cleveland será el orden, adversarios de Trump pueden intentar armar desórdenes.

La policía local ensayó varios posibles escenarios de dificultades y como responder a cada caso para garantizar que la convención discurra “sin mayores inconvenientes”.

Trump tiene serios problemas que resolver entre los republicanos.

Una reciente encuesta de The New York Times/CBS revela que dos terceras partes de los republicanos lo rechazan. Una tercera parte lo rechaza o está enojado con él, otra tercera parte dice que él no representa los “valores” republicanos, eso es bien serio.

Al primer grupo Trump lo convencerá de que hay dos caminos, apoyarlo para abrir más el partido, o no apoyarlo y aislar al partido de la sociedad.

Para quienes creen que Trump no representa los “valores” republicanos, él escogió a Mike Pence como su candidato vicepresidencial.

Pence se define  como cristiano, conservador y republicano, en ese mismo orden, se opone  al aborto, los derechos reproductivos, femeninos, LGBT y defiende todas las posiciones cavernarias republicanas.

Pence garantiza el “voto duro” republicano, evangélicos y ultraderechistas.

Trump, un hombre muy seguro de si mismo, dijo que no necesita una mujer para atacar a Hillary Clinton, “de ella me encargo yo”, aseguró. El desprecio a Hillary une a muchos republicanos. Con el partido unido, Trump puede ganar unos cuantos votos afroamericanos y latinos para llegar a la Casa Blanca.

En la convención del 2012, Clint Eastwood fue la sorpresa, ¿cuál será este año? Los republicanos no tienen otra opción y lo saben, durante cuatro días su ego será el centro de la atención nacional, ésta es la semana de Trump.