En la selva, para poder sobrevivir, las fieras deben transmutarse en tronco o rama; saltar de mata en mata a la velocidad del rayo; si es animal de montaña, no salir nunca a la llanura, a menos que pueda igualar la velocidad del antílope; si su  coraza es débil, debe rehuir el choque frontal con el rinoceronte, y si carece de garras afiladas nunca debe lanzar un zarpazo al león… Son leyes de la selva, eternas, inmutables. Quien las viola sólo encuentra la muerte…Por cierto, en nuestra selva política rigen las mismas leyes, pero hay tipos que nunca se las aprenden. (Ahí tienen el caso de Wilton Guerrero).