En los últimos meses del pasado 2019, pudimos ver algunas encuestas de las llamadas encuestas de posicionamiento, en las que al encuestado se les induce a dar una respuesta o se utilizan otras herramientas técnicas para que los resultados reflejen una tendencia que favorezca a un candidato específico, sin que para ello se tenga que incurrir en alterar los resultados. Incluso, posiblemente, algunas firmas encuestadora simplemente vulneran los resultados para reflejar una situación que conviene al candidato o al partido que los contrató.
Sin dudas, una de las encuestas que más confiabilidad genera al consumidor dominicano es la encuesta Gallup-Hoy, la que recién se publicó el pasado lunes 27 de enero, “Ese estudio fue realizado entre los días del 16 al 21 de enero a una muestra de 1,200 ciudadanos de las regiones Metropolitana, Norte y Sur”, donde se preguntó: ¿Si hoy fueran las elecciones presidenciales del 2020 y las opciones fueran solamente Leonel Fernández, Luis Abinader y Gonzalo Castillo por quién votaría usted? A lo que los encuestados respondieron Luis Abinader (PRM) 44.5 %, Gonzalo Castillo (PLD) 31.7 % y Leonel Fernández (FP) 19.3 %; pero es importante observar que una de las regiones que más se desarrolló en los períodos de gobierno del Dr. Leonel Fernández fue la Región Este, misma que no fue considerada en este estudio.
Si bien no podemos hacer una comparación con encuestas anteriores, por lo cambiante que ha sido el entorno político a partir de las elecciones primarias del 6 de octubre, además de que la Gallup no tiene otras publicaciones recientes y las otras encuestas que se han publicado no necesariamente tienen la misma rigurosidad, no se utilizaron muestras similares, ni las mismas preguntas, pero sí podemos afirmar que: a pesar de la división del PLD, de las incontables denuncias de corrupción y de malversación de fondos, del presunto irrespeto a las leyes de compras y contrataciones por parte del propio candidato del PLD, la candidatura de Abinader no termina de superar el 50%, ni tampoco supera la intención de votos del partido que lo lleva como candidato, el PRM; pues notamos que en todas las encuestas oscila entre un 40 y un 45% de la preferencia y si bien le lleva una ventaja de casi 13 puntos porcentuales a su más cercano adversario, esta ventaja no es una garantía de triunfo, como se ha demostrado en pasados procesos electorales.
Por otro lado, la candidatura oficialista está obligada a basar sus estrategias en las malas prácticas clientelistas, la compra de voluntades y atemorizar a aquellos que se benefician de algo en el Estado, pues cada día se les enrostra más las inobservancias de las leyes, por parte de este gobierno, así como la incapacidad de su candidato, sin olvidarnos que las ultimas denuncias lo involucran a él directamente.
Estos dos candidatos que a la fecha están punteros en las encuestas tienen todavía que lidiar con situaciones convulsas a lo interno de sus partidos:
- El oficialista sabe y espera el gran embate de los llamados aguacateros, que son aquellos que ganaron una candidatura en las primarias del PLD y que a pesar de ser Leonelistas están corriendo sus candidaturas por esa organización y, una gran cantidad de ciudadanos que de alguna forma dependen de un empleo en el Estado, un sueldo o un contrato con el Estado, pero que también consideran que lo que más le conviene al país es el retorno del Dr. Leonel Fernández y que en su momento, manifestarán su condición de Leonelistas.
- En el PRM es bien conocida la presencia de un “Caballo de Troya” que desde las pasadas elecciones ha cohabitado en los máximos organismos del partido, sin que hasta ahora haya tenido la necesidad de desplegar todas sus tropas y, ante el buen posicionamiento del candidato Luis Abinader, habrá que esperar que deciden hacer esas fuerzas que aparentemente responden a otros intereses políticos.
Por su parte el Dr. Leonel Fernández se posiciona como un sólido candidato, en un hecho sin precedente en la política dominicana que a solo 2 meses de haber salido de su viejo partido se presenta en un tercer lugar, faltando aún 3 meses para las elecciones presidenciales.
Así las cosas, si consideramos que la campaña presidencial inicia en marzo, que la mejor estrategia del candidato oficialista es mantenerse en silencio y no exponerse ante los medios; que Luis Abinader ha definido su estrategia de hacer una campaña sin confrontar y sin propuestas concretas en relación a los temas que más preocupan a la población, además de que el PRM tendrá que recomponerse en función de las acciones de aquellos que lo acompañan y no comulgan con sus intereses. Notamos entonces que el Dr. Leonel Fernández con sus propuestas de desarrollo, generación de empleo y de construcción de obras de infraestructuras, es sin dudas el candidato con más capacidad de crecimiento, mismo que contará con un alto porcentaje del apoyo de las bases del PLD y los aguacateros, además de que podría capitalizar el deseo de cambio, si se produce una división en el PRM.
Lo que está claro es que Luis Abinader aventaja sus adversarios, pero para garantizarse una victoria electoral necesitará evitar cualquier conato de división, crear un impacto y mandar señales a los sectores mayoritarios y conservadores que no le han manifestado su apoyo incondicional; esto quizás lograría con un acuerdo con Víctor “ITO” Bisonó y seguir apoyándose en la coalición de partidos de Juntos Podemos.