El mundo está al revés. Dentro de pocos días, quizá de horas… el mundo que mira de cerca la situación interna de Venezuela estaría presenciando el estadio más absurdo en el mayor grado de la expresión superlativa. Es decir: «¨El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, le exigió a todos los países del mundo a unirse “a las fuerzas de la libertad” en Venezuela, aduciendo que el presidente Nicolás Maduro lidera “un Estado mafioso ilegítimo”.
Debido a los problemas que se viene denunciando en el país en los últimos 6 años, sagazmente los verdaderos propiciadores de este marasmo económico, se disponen a hacer suficiente ruido (el que sea necesario) con la finalidad de –¨repetir la mentira adecuadamente mil veces hasta que se convierte en una verdad¨, según Joseph Goebbels, un ministro de la era de Adolfo Hitler-.
Por otro lado tenemos una opinión diferente del Premio Nobel de Economía (2008) Paul Krugman (premiado por su análisis de la tendencia del comercio internacional) quien se opuso abiertamente a la guerra de Irak. Porque esta guerra solo multiplicaría enormemente los beneficios de grandes empresas. El que lo conoce sabe que Krugman es un economista que no tiene pelos en la lengua. Por lo que su fama es por decir la cosa tal y como es. Por ejemplo: Él dice «que el déficit fiscal que tiene los Estados Unidos ha sido por las malas políticas de los presidentes Reagan, Busch (hijo)… Obama. Es decir, el déficit fiscal impide que los frutos del crecimiento lleguen a la clase media. Por lo que, la falta de aumento en el salario mínimo real detiene la demanda de consumo de los trabajadores. Y sobre todo, la errada política financiera (la peor crisis inmobiliaria –después de la gran depresión-, estallido de burbujas financieras de los años 2008 y 2009) cuando le hizo creer a la clase media de entonces, que eran dueños de sus casas que todavía las debían al banco.
Krugman publicó un ensayo titulado ¨Mejor un trabajo mal pagado que ningún trabajo y ningún salario¨. Además acentúa que -los contrarios a la globalización son "enemigos de los pobres"-.
¿Por qué hago esta breve crónica inferida en los enunciados más arriba indicados? Porque detrás de lo que ocurre en la República Bolivariana de Venezuela ha sido el impacto y ratio de una historia de fracasos económicos, financieros y políticos del imperialismo. Nada que ver con el Chavismo, ni con Nicolás Maduro, ni siquiera tiene que ver con los mismos venezolanos. Es una historia que se esconde detrás de las malas decisiones en años y, en distintas administraciones americanas de los Estados Unidos.
Entonces, ¿De qué culpabilidad estaríamos hablando? Para empezar, a qué país le llegó primero la crisis bancaria y financiera. Qué país del mundo tiene más desigualdad social. Cuál es el gobierno dispone de los mejores recursos humanos, en especial Premio Nobel de economía y la tasa de desempleo y la desigualdad de los trabajadores sigue siendo un factor de injusticia. Entre el 2008 y 2009 en que país del mundo se registró la mayor crisis inmobiliaria donde miles de personas perdieron sus hogares por –las vías ejecutorias o de embargos-. Alguien tiene las estadísticas del país de los estudiantes que fueron a las Universidades con créditos educativos bancarios y luego que se graduaron, no pudieron pagar. Y por último, quien es el verdadero culpable de la caída del precio del petróleo.
¿Podemos seguir buscando la culpabilidad en el Chavismo y el gobierno de Maduro?
Una opinión más, y como es de suponer viene de otro economista estadounidense y Premio Nobel de Economía en el 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz, en su momento (2007), cuando se reunió con el entonces presidente comandante Hugo Chávez (extinto), felicitó el crecimiento de la economía en los últimos tres años en el país Bolivariano –un promedio record de 12,4%-. De igual manera, le hizo las siguientes observaciones: primero, le advirtió sobre el cuidado que hay tener con los Tratados de Libre Comercio, impulsados por Washington, porque los mismos son “perjudiciales para América Latina”. Y segundo, infirió en la necesidad que veía en Venezuela de crear las vías de los mercados emergentes como una contracción para cuando llegue el fin de la bonanza petrolera. [Por lo que podríamos suponer que de ahí viene parte de la rabia de las ¨superpotencias tradicionales¨, cuando Venezuela se dispone a salir a buscar otros mercados para hacer nuevos negocios].
Algo se está cocinando… el olor de la comida todavía no delata lo que se cuece en la olla.
Es otro desavenimiento es, cuando sin argumentación alguna se quiere confundir las cosas que se pueden ver a cualquier distancia con claridad [lo que está a vista no necesita anteojos]. Por ejemplo:
- ¿cuál fue el pecado o los errores ¨relevantes¨ que cometiera Lula da Silva?
- ¿cuál fue la verdadera razón que pudiera justiciar la destitución en la forma en que se destituyó a Dilma Rousseff en Brasil?
- ¿Porque no se dejan ver los que le tejieron la trampa a la era de los Kirchner en Argentina?
- ¿cuándo se sabrá la verdad de los auspiciadores del reciente intento desestabilizador que levanto en Manganagua fuertes olas de protestas en contra el Comandante Daniel Ortega?
- ¿Quién le metió el pie a Rafael Correa en Ecuador?
- ¿qué opinión tiene el presidente Iván Duque sobre el desigualado caso de más de 500 mil personas (indígenas colombianas) que reclaman sus derechos de ¨espacio¨ en tierras colombianas?
- ¿Qué sector está detrás de los candidatos de extrema derecha en América Latina?
No se siente ningún sentimiento extraño producto de la casualidad ni producto del azar. Este tipo de persecución contra los gobiernos socialistas en América Latina, es dirigido. Nada casual. El presidente Maduro es la siguiente víctima: El puñal lo tiene clavado en el tórax.
Para ilustrar, desde mi campo visual he notado que quien le vendo los ojos al toro fue el socialista Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, cuando afirmó «que Juan Guaidó debe liderar la transición a unas elecciones “libres” en Venezuela al ostentar la máxima representación de la Asamblea Nacional de ese país.
[Las ideologías se están comportando al revés] por lo que no tengo la menor duda de que el señor Pedro Sánchez le facilite a Juan Guaidó el mismo puñal con el que apuñalaron a Mariano Rajoy.
De ser así podemos concluir que la posible caída de Nicolás Maduro entraría el ¨mar¨ a Venezuela. En ese sentido se hace aún más difícil las vidas de los pobres… muerto el Chavismo llagaría con facilidad la «colonización económica y el TLC» a toda América Latina y el Caribe.