Ya casi entiendo a Juan Pablo Duarte cuando dijo que la política “es la Ciencia más pura y la más digna, después de la Filosofía”. Observándola, deduzco que no tiene que ser fuente de egoísmo, de afán de lucro, de intereses particulares o movilidad social, sino que debe ser fuente de un sentimiento de obligación ciudadana en busca del bien común.
Como estudiante de derecho, he comenzado inevitablemente a introducirme en el mundo del conocimiento de la historia de las ideas políticas, siendo la política una ciencia de poder que rige el sistema nacional de decisiones cuya finalidad es el logro del poder, el mantenimiento del poder, y la influencia en el poder.
Al ser el sistema nacional de decisiones es una ciencia social que permea todos los ámbitos de la vida en sociedad. Es precisamente en ese hecho que radica la importancia y la responsabilidad que tenemos todos los ciudadanos dominicanos de formar parte de cualquiera de las vertientes de la vida política.
Se puede formar parte de manera activa militando en algún partido, formando parte de agrupaciones sociales, apoyando o criticando abiertamente políticas públicas, o postulándose para puestos públicos.
Sin embargo, no sólo es político aquel que activamente dedica parte de su vida a la susodicha ciencia social. Sino, que hay formas igual de válidas de participar en la política pasivamente. Hacer las cosas correctas, aliados siempre de la moral y las buenas costumbres, y buscando el cumplimiento de los intereses colectivos son excelentes formas de hacer política. Esto incluye tomar decisiones conscientes a la hora de votar, informarse de las propuestas de los candidatos a puestos públicos, conocer el valor de su voto y no dejarse llevar por intereses particulares.
Les invito a que este año, en que celebraremos dos elecciones decisivas para el futuro de nuestro país, no se dejen llevar por el desinterés, el rechazo, la desidia, la anomia y el apoliticismo. Les invito a que tomen parte de la problemática nacional en su análisis y sus soluciones. Les invito a arroparse de civismo, responsabilidad y conciencia y que lleven en sus corazones el espíritu de construir una República Dominicana buena para todos.