(Claves para un libro-por-venir)

Para O.P.,

Por ese libro-futuro

1

Poesía: palabra en el tiempo. Escritura de la memoria. Acto de lengua y habla. Hecho verbal que remite al origen, al mito que funda. Lenguaje que nombra y des-nombra. Verbo que bautiza las cosas al nombrarlas. Palabra que quiere pronunciar todo lo que habita, que inaugura de nuevo cada vez lo creado, todo cuanto hay. Mediación, puente, acto que restaura el diálogo roto entre el espíritu y el mundo.

2

¿Qué es lo que nombra el verbo, la palabra? ¿Qué es lo que dice la poesía, si es que acaso dice algo? ¿Qué tiene que decirnos hoy, en medio de la fascinación tecnológica y la ciberdependencia de la época, ese acto al parecer tan inútil como prescindible que es la poesía? ¿Por qué seguir insistiendo en ella? ¿Por qué la poesía aún? ¿Por qué la poesía y no más bien la nada?

3

En su interior, el poeta intuye la respuesta: la poesía es un misterio inefable, pero si aún la hay es porque nos convoca y obedecemos a su convocatoria, porque de algún modo queremos nombrar de nuevo todas las cosas creadas, como Adán en el Paraíso.

4

Babel: lengua del origen, origen de las lenguas. Castigo divino a la soberbia humana, confusión y desorden, dispersión por el mundo. Babel-Babilonia: fin de la lengua única, principio de la diversidad lingüística y cultural. Lenguas diversas salidas de un idioma universal: lo uno y lo múltiple. La palabra señala, fija todo lo fugaz y pasajero. Todo pasa, es cierto, pero también todo queda después de ser dicho y nombrado.

5

Poetizar. Nombrar. Jugar y retozar con las voces, cambiar ágilmente de tono, pasar de un registro a otro.  América es una nueva Babel, una inmensa arquitectura de pueblos, lenguas y culturas, desconocida para el “descubridor”, un paraíso incierto, fúlgido y desmesurado de mundos no advertidos que los aborígenes habitaban y conocían; un mundo maravilloso que, antes de ser tomado y conquistado, debía ser “nombrado” por el conquistador europeo, como un nuevo Adán en un paraíso ignoto.

6

Pero, ¿por qué un poeta-pensador del Caribe insular del siglo XXI se inspira hoy para hacer poesía en modelos literarios clásicos? ¿Por qué Góngora y los cronistas de Indias? ¿Por qué endecasílabos y ángeles y lenguaje culterano y oscuro? Y, sobre todo, ¿por qué volver a nombrar lo que ya antes fue nombrado?

7

La palabra del poeta es siempre voz y conciencia fundante. Dice y nombra las cosas como si las estuviera creando, como si salieran de sus manos, como si en el instante de decirlas y nombrarlas las inventara de la nada. El poeta pertenece siempre a una determinada tradición poética y sólo puede poetizar desde ella, sea para continuarla o para transgredirla.

8

Las simientes de Babel son todas esas palabras, todas esas voces, conocidas o anónimas, que enuncian y pronuncian y denuncian la realidad. Frutos del castigo divino, semillas de la confusión originaria dispersas por todo el mundo, las voces babélicas nombran todo, incluso lo que se resiste a ser nombrado, describen el mundo físico (geografía, clima, naturaleza: árboles, flores, aves, peces, reptiles…), narran costumbres y hábitos, registran un hecho insólito, un encuentro único y definitivo, inevitable e irreversible.

9

La memoria, cuyo intenso recorrido verbal se traduce en el texto, tiene por misión volver a fundar el mundo. Todo lo quiere decir y todo lo dice: lo humano y lo divino, el yo y el universo, lo idéntico y lo diverso, lo tangible y lo intangible, el aquí y ahora y el más allá y después, la fijeza y el movimiento, el cambio y la permanencia, el adentro-afuera, las edades del instante y el ciclo de la vida y la muerte.

10

Desde el lenguaje, el poeta asume el gran espejo roto de un mundo fragmentado en el que todos tratamos afanosamente de vernos y reconocernos. Ahora que la Babel lingüística y cultural se ha instalado de forma definitiva entre nosotros, la poesía resurge para aspirar a ser a un tiempo la lengua universal del origen y el origen de todas las lenguas. La poesía deviene así en acto de libertad suprema que sueña con reinventar la creación entera, transfigurando este universo asombrosamente bello y siniestro.