Las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas son a prioris expuestos en el Curso de Lingüística General de Saussure. Se sabe que los paradigmas corresponden al sistema lingüístico (lengua) mientras los sintagmas corresponden a las hablas. Los paradigmas lingüísticos constituyen modelos mentales, a partir de los cuales las y los hablantes expresan su percepción de la realidad. Las palabras, por tanto, son instrumentos paradigmáticos que permiten nombrar sujetos, objetos, acciones y circunstancias, etcétera. Esos modelos paradigmáticos también establecen el modo de expresión y de organización de las estructuras lingüísticas en el discurso, de acuerdo a la convención tácita del grupo social.

La estructura del sistema lingüístico, equivalente a lo que Chomsky llama  “competencia” no se confunde con la realidad fáctica. Tampoco es la percepción sobre esta, sino formas modales que permiten al hombre pensar como mínimo en una lengua. Por supuesto, esos pensamientos son el resultado de las representaciones mentales de los hablantes que resultan, a la vez, de su historia de vida. Sin embargo, la relación entre los modelos mentales, la percepción de la realidad y la realidad misma es dialéctica. No es posible separarlas, salvo que se realice con fines metodológicos.

Los ejemplos siguientes, hipotéticos, resultan ilustrativos:

  • Mi familia y yo iremos de vacaciones en este mismo mes.
  • Tu familia y tú irán de vacaciones en este mismo mes.
  • Su familia y él irán de vacaciones en este mismo mes.
  • Nuestra familia y nosotros iremos de vacaciones en este mismo mes.   

Como evidencian los sintagmas sombreados, en las oraciones anteriores, la relación entre paradigma y sintagma es inseparable. Estas mismas expresiones indican que para poder aproximarnos teóricamente al paradigma se requiere concebirlos en orientación vertical, mientras el sintagma corresponde a la cadena hablada, en orientación horizontal. Por eso, en las cuatro oraciones supracitadas, los modelos de determinante, sustantivo, pronombre y verbos permiten conmutar el sintagma según sean los sujetos y acciones referidos.

Otro aspecto mueve a ampliar nuestra visión del concepto de paradigma. Los hablantes no solo guardan en su memoria palabras, sintagmas, proposiciones y oraciones, sino, y mucho más trascedente, textos verbales y no verbales. Ilustrémoslo con el mismo ejemplo:

  • Mi familia y yo iremos de vacaciones en este mismo año.
  • Aquella familia y él irán de vacaciones en este mismo mes.
  • Mi familia y yo iremos de ocio en esta misma semana.
  • Tu familia y tú tomarán un reposo en este mismo día.
  • Su familia y él irán de recreo en este mismo semestre.
  • Nuestra familia y nosotros iremos de campo en este mismo fin de semana.   

No se trata, entonces, de una homosintaxis, puesto que esta consiste en imitar la estructura superficial de oraciones, como una estrategia mimética de motorizar la escritura en personas con dificultades para el aprendizaje de la redacción académica. En cada caso hay un texto nuevo, por lo que la noción de paradigma/sintagma hay que verla desde una dimensión cosmolingüística.