Nueva York.-“Los de abajo”, como en aquella novela histórica de Mariano Arzuela sobre la Revolución Mexicana, se levantaron iracundos.  En el 2011 tuvimos levantamientos populares mundiales, la “Primavera Arabe”, los indignados de Madrid, y Occupy Wall Street ocupó el planeta.

El levantamiento planetario contra la concentración de riquezas y poder político en poquitas manos no ha logrado absolutamente nada, excepto que los de arriba aumentaron la concentración.

La indignación del 2011 explica la extrañísima popularidad Donald Trump,  los derechistas están indignados, porque también sufren los rigores de la concentración de riquezas, pero viven confundidos. Su pobre imaginación les hace creer que falta voluntad política para controlar la migración que, a su idiótico y confuso juicio, causa todos sus males.

Con cada insulto que escupe Trump, aumenta su popularidad, porque verbaliza, canaliza la ira, la indignación derechista.

Los indignados de derecha e izquierda coinciden en algo fundamental; el sistema no funciona para nadie, por eso el Papa Francisco pide un cambio de modelo económico.

Hillary Clinton y Jeb Bush, medularmente ligados al poder, pierden popularidad, porque son culpables de nuestras desgracias. Ellos facilitaron, promovieron y defienden la concentración de riquezas que nos estrangula a todos.

Los indignados republicanos apoyan a Trump y al neurocirujano retirado Ben Carson, porque no son políticos, representan un “cambio”.

Rechazan sus políticos de manera frontal, los demócratas también.

Para los indignados demócratas el senador de Vermont, Bernie Sanders, representa un “cambio”. Con su aire de Bertrand Russell, cubierto de canas predicando la rebeldía, Sanders despierta muchísimo entusiasmo hablando de regular la banca y “devolverle el poder al pueblo”.

Esto debe cambiar, sólo funciona para un microscópico grupúsculo, demócratas y republicanos demandan cambio; si el pueblo “tiene el poder” en esta democracia, el cambio es inevitable.  “Cambio”, debemos aclarar bien, no es sinónimo de “mejoría”.