Le doy la palabra (y la razón) a Julio Cross, buen ciudadano: “El populismo político lleva dentro de sí su propia destrucción. Cuando por razones clientelistas se 'confunde' la responsabilidad social de un gobierno con la francachela parasitaria del 'wellfare society', dividimos la riqueza creada por pocos, que cada vez serán menos, para distribuirla entre muchos, que cada vez serán más. No se crea valor dividiendo. Se crea valor multiplicando”. (Es decir, la mejor ayuda social que debiera ofrecer el Gobierno no es repartir bonos y funditas, sino una política solucionadora de la pobreza extrema: la generación de empleos).