Tiene 2 aeropuertos, 2 puertos, buenas carreteras, hermosas conjunciones de playas y montañas costeras, ríos fresquísimos, paisajes que cortan el aliento. Más: el Bahoruco, el Hoyo de Pelempito, el lago Enriquillo con sus balnearios termales, sitios arqueológicos, Bahía de las Águilas, islas Beata y Alto Velo. Más: las lagunas de Cabral y Oviedo, Polo, Neyba y sus viñedos. Más: un pueblo dispuesto a fajarse. Entonces, si Danilo Medina quiere 10 millones de turistas, ¿qué diablos espera para hacer del Sur profundo el gran polo turístico que este país merece? ¿O son más poderosos quienes se oponen desde el Este?