La identidad negada, del escritor y profesor universitario Odalís G. Pérez, es un libro escrito sobre y a partir de otro libro: La patria montonera (2002)[1], del escritor y poeta dominicano Ramón Francisco (1929-2004). Esta circunstancia nos remite de inmediato a la cuestión de la escritura sobre la escritura, del texto que habla de otro texto, del metalenguaje -esto es, del lenguaje que habla del lenguaje.
La identidad negada (que lleva por subtítulo "Los caminos de La Patria Montonera") es un estudio crítico constituido por cuatro partes: Testimonios y liturgias poéticas, Lo que habla la historia en el poema, Caminos y tiempos de La Patria Montonera, e Identidad y cultura-movimiento. A lo largo de sus 247 páginas (que incluyen, al final, una entrevista reveladora de Pérez a Francisco) asistimos a una lectura procesual -o de proceso- del texto poético La patria montonera. Esta lectura, que es el procedimiento de análisis textual empleado por Pérez, analiza los diversos campos de significación del poema épico en dos planos fundamentales: el plano de superficie y el plano de profundidad. La investigación crítica se realiza, pues, a dos niveles: uno, el nivel semiótico y semántico-textual, donde se explican los valores poéticos y culturales de la obra estudiada; otro, el nivel ideológico, donde se ejerce la crítica del discurso dominante y se reivindica el discurso oprimido.
El texto poético es una realidad esencialmente verbal, un acto del lenguaje y la palabra. Y, sin embargo, la mirada crítica intenta proyectarse más allá de lo puramente verbal. La patria montonera se inscribe en lo que se podría llamar una poética de la memoria insular. Es un texto desacralizador y desmitificador en donde se recrean los mitos que deben ser destruidos, se enfrentan y combaten los demonios y fantasmas insulares, se cuestiona la historia de la opresión y la esclavitud, y se desmitifica la historia del negro en la isla de Santo Domingo como historia de una contaminación racial y como signo y raíz del dominicano.
En La patria montonera, poesía e historia, historia y mito, mito y poesía se relacionan íntimamente. El espacio de la poesía es también espacio de la historia, de una historia que el poeta asume y enfrenta desde su imaginario poético. El poema es pensamiento y es pensar desde la poesía de la historia. El poema afirma y denuncia lo que la historia oficial niega y calla: la historia de nuestra opresión, de nuestras luchas, nuestra soledad histórica, las distintas políticas de la historia, que son políticas de opresión, la memoria incautada y la identidad negada. La poética de Ramón Francisco es, ciertamente, una poética de la transgresión y la ruptura, de la rebelión existencial y de la búsqueda angustiosa de la identidad. Es poética de lo que Pérez llama la “mirada oprimida”.
El esclavo es un significante fundamental del texto. El esclavo con sus cadenas y su cepo y su pesada carga a cuestas, pero también con sus dioses, sus loases y sus metresas. En la lectura crítica de La patria montonera, Pérez analiza la incidencia del significante esclavo como texto que dice sus propios obstáculos y vicisitudes, vinculado a la problemática de la cadena, la esclavitud y la colonización, que concierne al sujeto de la historia. Pues la esclavitud y el esclavo tienen sus índices, sus archivos y memorias, sus gritos y estertores en los caminos de la identidad negada. En este punto, el sujeto de la historia es el sujeto de la cultura oprimida, que es también el sujeto de un largo proyecto de dominación del pueblo dominicano. El crítico escudriña en la visión del poeta:
Esos gritos que suenan y resuenan atípicos en un coro donde noche y día, obscuridad y claridad, tierra y cielo, se confunden, habrán de promover los ecos y ayes de la vida en la colonia y en todo lo que posteriormente le sobrevendrá a la isla (página 74).
Pérez subraya la polifonía del texto de Francisco, compuesto por varias voces o registros poético-discursivos. La polifonía, concepto musical, es precisamente la conjunción de voces y sonidos simultáneos en un todo armónico. La patria montonera es un texto polifónico, en donde hablan y se pronuncian muchas voces, las diversas voces de nuestra historia, y se advierten distintos registros. Pero, además, el texto es plurívoco: no tiene un solo sentido, sino muchos sentidos, pues admite diversos significados, diversas lecturas e interpretaciones posibles. Quiero decir: el texto es único, pero su sentido no lo es; el sentido del texto, que se revela mediante la lectura y la interpretación, es diverso y plural. El propio Francisco declara su intención de escribir un texto que pueda dispararse en todas las direcciones posibles.
[1] Pérez, O. (2003). La identidad negada: los caminos de la patria montonera. Santo Domingo: Editora Manatí.