Esta vez quiero hacer un llamado a la colectividad ciudadana. Desde hace poco más de una semana, venimos sufriendo los efectos de la contaminación del aire por la humareda del incendio del vertedero de Duquesa. Muchos ciudadanos reclaman la acción de las autoridades en el control de la situación que, al parecer a simple vista, se les ha ido de las manos, o salido de control. Estamos equivocados, o, al menos, no tenemos una idea completamente correcta de la situación, puesto que no es tanto así, sino que un velo nos cubre los ojos y no nos damos cuenta qué es lo que ocurre realmente.

Pero, ¿por qué tenemos este velo? Porque POR COMODIDAD se lo dejamos todo a la administración pública, dizque porque “pagamos por un servicio”. Y desde cuándo los servicios del Estado y el gobierno han sido públicos o para la población? NUNCA LO HAN SIDO, solo nos lo han hecho creer, con el objetivo de aprovecharse ellos del asunto. Los servicios públicos forman parte de la piñata que se gana la parte de la población que dirige las organizaciones partidarias gerenciadas por y para el poder económico. Ya sé que no es así que lo vemos, pero sigamos, que ése no es el tema de hoy.

El tema de hoy es la humareda que nos afecta de la basura que NOSOTROS PRODUCIMOS, es NUESTRA BASURA, NUESTRA CONTAMINACIÓN, NUESTRA HUMAREDA. Porque hemos gestionado mal nuestra basura, se las damos a estos individuos, ELLOS HACEN SU NEGOCIO, nos dejan la contaminación y ellos se quedan con el dinero que produce la basura, nuestra basura. El Diario Libre publica un reporte de la Dirección General de Aduanas según el cual el país exporta anualmente 400 MILLONES de pesos en basura, NUESTRA BASURA. En qué bolsillos se quedaron esos chelitos?

Y esta es la propuesta, por qué no hacer que esos chelitos se queden en nuestras manos, si es que es nuestra basura? Lo que pasa es que TENEMOS QUE PONERNOS EN ESA. Y cómo lo hacemos? Muy fácilmente. Organizándonos para separar, clasificar y aprovechar nuestra basura reciclable, que es la mayoría de lo que producimos. La basura, no, ya no, porque SEPARADA NO ES BASURA, sino residuos aprovechables y comercializables, la separamos desde que la producimos. La orgánica, la que se descompone, que es la que más ensucia, la ponemos aparte de la inorgánica, que son los que no se descomponen, como el plástico, vidrio, latas, cartón, papel.

Con la orgánica, cascaras de frutas, víveres, cebolla, ajo y todo lo que se descompone lo ponemos en una caja plástica protegida con un plástico o funda en el fondo, lo mezclamos con un poco de tierra, cubrimos con hojas secas, y ya está, así tendremos nuestra propia abonera que en dos meses nos aporta el mejor nutriente para nuestras plantas, ya sean de jardín, o de producción. Si tenemos espacio comunitario podemos utilizarlo para hacer un huerto y sembrar productos según el deseo de los comunitarios. Yo tengo lechozas, yautía, cúrcuma en una jardinera de un edificio, así que no tener suficiente espacio no puede ser impedimento.

De igual manera nos podemos organizar para separar y comercializar los residuos inorgánicos. Eso sí, preferiblemente LAVADOS, porque el mercado paga más si están limpios, además de que nos libramos de alimañas que anden detrás del azúcar del pote de jugo o de leche en tetra pack que dispongamos para la venta, o las botellitas de refrescos, gatorade, aceite, cloro, mistolín, o cualquier otro producto envasable. Siempre he lavado mis envases y los colecto limpios para llevarlos al punto verde de Galerías 360 donde la empresa de transporte y comercialización Green Love los recoge a precio de ganga de cero pesos con cero centavos, pero nunca olvido un suceso con un pote de cloro que me jugó una mala pasada por el agua que escurrió en un evento de capacitación. Como la gente prefiere no lavar los residuos, jamás creerán que los míos los dispongo limpios y que aquella botella estaba lavada. Para establecer este negocio de comercialización de los plásticos, vidrio, cartón, latas solo tenemos que organizar con el colectivo comunitario un punto verde donde se pueda recolectar una cantidad comercializable y que se lleven al comercializador o que se manden a recoger, las opciones serán según convenga a las condiciones de cada lugar y comunidad.

Me parece que de esta forma estaríamos asumiendo algo de responsabilidad sobre los residuos que producimos y que en el vertedero de Duquesa, y los más de 300 vertederos del país, provocan la contaminación que nos perjudica a todos, y que unos pocos se hagan más ricos de lo que ya son, gobernando un negocio que puede ser también para beneficio nuestro. No enviar la basura orgánica a los vertederos disminuiría considerablemente el gas metano que provoca los incendios, así que me parece que es algo que debemos emprender. A mí me resulta de lo más bien en mi producción orgánica.  ¿Qué tal si probamos?