Después del derrumbe y división deliberada del antiguo PRD, poco a poco la gran mayoría disidente se fue forjando un nuevo espacio de acción política, que culminó en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), una nueva organización política en plena formación, que nació siendo la segunda fuerza política del país. El PRM ha sido liderado por dos grandes líderes, el ex presidente Hipólito Mejía y el Lic. Luis Abinader, ambos apoyados por lo mejor y más representativo del perredeísmo.
Ha sido una tarea dura y a veces difícil formar un partido en tan poco tiempo y con todas las condiciones en contra, como la JCE, el Tribunal Superior Electoral, el PRD de Vargas, y una facción del PLD. Pero con espíritu de armonía y responsabilidad histórica ante el país, el PRM es hoy una gran realidad y un fenómeno político, que capta la atención de toda la ciudadanía.
El partido tiene todas sus estructuras formadas, por provincias, municipios y distritos nacionales y cuenta con un formidable presidente, un veterano político bueno y práctico y un fino ser humano y como Secretario General a Jesús Vásquez, otro gran político organizador, astuto político y hombre que llega a las masas del PRM, que son la del viejo PRD. En adición, los acompañan un grupo de reales políticos y dirigentes de larga y vieja militancia, tantos viejos robles, los adultos y una gran cantidad de jóvenes, que desean y añoran por un cambio.
La Comisión Organizadora de la Convención Nacional, presidida por la querida y respetada Milagros Ortiz Bosch, con un gran equipo, está preparando toda la logística y organización para celebrar el domingo 26 de abril, la elección para escoger por el voto universal de todos los miembros del PRM, el próximo Candidato a la Presidencia de la República, para las elecciones generales de mayo de 2016. Son dos hombres que todos respetamos, Hipólito Mejía y Luis Abinader, los que se debaten democráticamente por ganar y ser el Candidato.
La gran prueba es celebrar una Convención armoniosa, sin traumas y post regateos. El deseo de todos es, que el que gane, ganó, y con altura y responsabilidad ante la historia, el perdedor acepte el veredicto de la votación y todos absolutamente unidos, luchemos por ganar el poder y sacar al país de esta dictadura Constitucional, ya desacredita y saturada de corrupción e impunidad peligrosa. Creo que toda la sociedad desea un cambio y relevo político.
Le toca al PRM consolidarse con una buena Convención y el que gane la Candidatura, con todo el PRM detrás, sea aceptado por todos y todas, para lograr formar una gran coalición de partidos unidos que luchen por desplazar del poder al PLD y que la llamada masa silente, comience a hablar y a actuar y no solo quejarse por la redes sociales y correos electrónicos. Ahora, quien desee un país distinto y con reformas y cambios debe activarse, por la vía que le sea posible. Porque todos los votos son necesarios para las elecciones del 2016.
La gran prueba del PRM es escoger con paz y democracia entre los Candidatos, Hipólito o Luis y salir airoso y fortalecido de esta Convención. Todo el país estará mirando nuestro actuar y nuestro comportamiento. Si fallamos, vamos defraudar a la sociedad, la oposición política quedará fragmentada y entonces ganará fácilmente el PLD con cualquier Candidato. Pero si sacamos un Candidato votado con libertad y transparencia, aceptado por todos, entonces el PRM, se convertirá en una gran ola arrolladora y un tsunami político. Por eso es tan importante mostrar que podemos hacer las cosas bien, y mantener la unidad tan necesaria para triunfar.
Todos los miembros del PRM debemos pensar en el mejor Candidato, que pueda mantener unido el partido, rescatar más personas que se quedaron el PRD, que pueda forjar coaliciones con los demás partidos democráticos y liberales y que tenga mayor aceptación en la juventud y mujeres en las elecciones generales. Al votar en la Convención del 26 de abril los ojos deben mirar hacia la gran oportunidad del 2016. Estamos seguros que la gran prueba de la Convención la pasaremos con éxito, porque los dos Candidatos son personas decentes y de muy buenas intenciones. Y la militancia está consciente de la responsabilidad que todos tenemos.