Hoy día los cursos sobre “Felicidad” comienzan a ser de los más solicitados en prestigiosas universidades del mundo. Las universidades e instituciones de educación superior dominicanas, más temprano que tarde, deberán sumarse a esta tendencia mundial, de lo contrario quedarán a la zaga de las buenas universidades del siglo XXI.

Siendo que en tiempos de redes sociales hay una sobre exposición sobre el tema de la felicidad (por ejemplo en Instagram hay más de 6,5 millones de publicaciones con el HT #Felicidad), en el escenario de la educación superior, este concepto está asociado no sólo al éxito académico de los estudiantes, sino también a su permanencia.

La “Felicidad” es asunto de la universidad. Uno de los pioneros de la enseñanza de la felicidad en Harvard es el profesor Tal Ben-Shahar. Dicho curso se llama “Mayor felicidad” y atrae a unos 1400 alumnos por semestre y el 20% de los graduados de Harvard toman este curso electivo. Para Tal Ben-Shahar debe enseñarse “felicidad” así como se enseña matemáticas, literatura y otras asignaturas.

También en la Universidad de Yale estudiantes  de todos los años y carreras toman el curso "Psicología y la buena vida", que enseña sobre la felicidad. Al igual que en Harvard, este curso se convirtió en el más popular en la historia de la Universidad de Yale. La  Universidad de Yale no sólo se preocupa por formar profesionales capaces, sino también personas felices.

Otras universidades como Stanford, George Mason, McGuill y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, entre otras, se han sumado a esta tendencia. En Inglaterra se enseña felicidad en el  Wellington College mediante  “la cátedra para el bienestar y la felicidad”. El London School of Economics la enseña Paul Dolan, autor del libro “Diseña tu felicidad”, en el que explica que la fórmula para ser feliz es lograr un equilibrio entre el goce y el propósito.

En Copenhague, Dinamarca, se realizan cursos de felicidad a través del Instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague, Dinamarca y se enfoca en encontrar por qué se es más feliz en unas ciudades o países más que en otros. En la Universidad de Adelaide en Australia, se enseña felicidad y se considera que ciertamente la felicidad y el bienestar se pueden aprender, son medibles y enseñables.

América Latina no es ajena a esta tendencia. En Chile la Universidad Católica de Chile y la Universidad “Adolfo Ibáñez” ofrecen Diplomados en Educación para la Felicidad. Los programas están dirigidos a profesores y agentes formadores en el sistema escolar y no formal y tienen como propósito que los participantes se transformen en agentes de cambio que generen ambientes educativos acogedores, resilientes y solidarios.

En años recientes en México, la Universidad Tecmilenio creó el Instituto de Ciencias de la Felicidad; ICF. Tiene como objetivo promover y desarrollar un ecosistema de bienestar que contribuya a la transformación de la vida de los estudiantes, así como de la comunidad en general. Incluye programas de capacitación para profesores, programas académicos para estudiantes, creación de espacios de bienestar, y educación para todo público.

En Colombia este tipo de espacios se iniciaron en el 2013.  En el Centro de Estudios Superiores de Administración (CESA) se ofrece el curso “The Happy Business” También en la Universidad Sergio Arboleda con el nombre “Make it Happy”. En la Universidad del Rosario con el nombre “Educando para la felicidad”.  La Universidad de La Sabana y la Universidad EAFIT también ofrecen varios cursos relacionados con la felicidad.

En Argentina, la universidad de Palermo ofrece un postgrado con 12 módulos. Conformado por tres cursos: Bienestar Psicológico y Emociones Positivas; Rasgos Positivos, Fortalezas y Flow; Comunidades y Organizaciones Positivas.  En Uruguay, la Universidad de Montevideo  ofrece un curso de 30 horas presenciales.

En España, en el 2018, a través de la Universidad de Alcalá, irrumpió el método de educación “So-Ka”, que significa en japonés “creación de valor”. En dicho sistema educativo se da formación desde la Educación Infantil hasta la universitaria, en la Escuela Infantil de Sapporo, el campus de Kansai en Osaka y Kyoto (Educación Primaria y Secundaria) y dos universidades en Tokio y en Aliso Viejo, en California. Además de estos centros, existen actualmente escuelas infantiles en Singapur, Malasia, Hong Kong, Brasil y Corea del Sur que utilizan este método.

En la Educación Soka se destaca la  importancia del desarrollo de los profesores, con la idea de que si los estos no crecen, los alumnos tampoco lo harán. Un buen ejemplo de su filosofía de trabajo es su idea de que los profesores están “demasiado ocupados”. En japonés esto se expresa con dos ideogramas que significan “corazón” y “olvidar”. Los profesores que no tienen tiempo para sus estudiantes son los maestros que han olvidado su corazón.

La Universidad de Granada  a través de la Escuela Internacional de Posgrado ofrece el Diplomado en Educación Positiva, Bienestar Docente y Felicidad en las Aulas. Otro ejemplo es el de la Cátedra sobre las Condiciones Sociales para la Felicidad Humana que ofrece la Universidad Erasmo de Róterdam en Holanda.

Pero no sólo en la universidad. Muchos países están adoptando la enseñanza de la felicidad desde la escuela básica y el bachillerato. Unas 100 escuelas en Alemania y 140 en Austria realizan la enseñanza de la felicidad. Los colegios británicos cuentan desde 2006 con una hora semanal de "Clase de felicidad". Desde el 2018 el Dalái Lama presentó el “Curriculum de la Felicidad”  para unos  800,000 estudiantes provenientes de unas 1,000 escuelas de la capital india Nueva Delhi.

La Felicidad es un asunto de las universidades. Aproximadamente más de 200 universidades del mundo vienen realizando cursos y postgrados sobre la “felicidad”.

Esperemos que  las universidades dominicanas asuman el deber de enseñar “felicidad” en  sus comunidades académicas y en la sociedad en general. ¡Que las que se atrevan lo digan y que lo lleven a la práctica!