A propósito del mes internacional de la lucha contra el cáncer de Mama, que se celebra en cada mes de octubre, en lo personal deseo hablar sobre la existencia de un cáncer que desde hace años está matando las sociedades sin darse cuenta.

Esta particular enfermedad es tan letal que no tiene cura, y no existe tratamiento que pueda garantizar la sobrevivencia de quienes se enferman. Me refiero al mal que sufren aquellos que pierden la capacidad de pensar, de emitir opiniones a favor o en contra de todo lo que quebranta el funcionamiento normal de una sociedad en particular; manipulados por entidades políticas, religiosas, culturales, educativas, me refiero al mal de la ausencia del pensamiento crítico.

Sus orígenes se remontan a la época griega y se le relaciona al filósofo Sócrates. El pensamiento crítico no es más que la capacidad que tenemos los seres humanos de poder articular razonamientos, mediante un proceso que incluye inteligencia, exploración de posibilidades, de aquello que se ha dado por sentado y que se establece como verdad.

Existen aspectos -entiendo- que han llevado esta sociedad contemporánea a perder objetividad en la construcción del desarrollo del pensamiento crítico: el internet, la poca inversión Estatal en educación, el poco o ningún acceso a la información, el adoctrinamiento, etc.

El internet: Las sociedades actuales desde hace años estamos siendo bombardeados por un exceso de híper-información, que en la mayoría de las veces es tan rápida y abundante; que hace imposible que podamos procesarla. Es tan así, que en segundos podemos ver en tiempo real situaciones que antes tardaban días para que nos llegara ni siquiera el rumor. Esto ha facilitado que demos por sentado todo lo que se cuelga en las plataformas, sin el más mínimo criterio o filtro.

Poca inversión Estatal: Dentro de las responsabilidades que tienen los Estados esta el facilitar medios para que los ciudadanos puedan educarse, la falta de educación lleva a las sociedades a padecer fuertes problemas de dependencia de los gobiernos de turno; mediante programas que solo benefician las estructuras corruptas que estos esconden.

En el ensayo “La sociedad del cansancio” del filoso coreano Byung-Chul Han, hace una reflexión sobre las patológicas de la sociedad del 1er mundo como el aburrimiento, la depresión, que pese a los avances que hemos alcanzado, hemos involucionado, por el exceso de violencia contra otros y contra nosotros mismo; por medio de la victimización del sistema.

En uno de mis artículos anteriores, expuse que los EE.UU. es un ejemplo de una sociedad enferma, con altos índices de problemas neurológicos, escondidos tras el exceso de positivismo que envuelve el “hágalo usted mismo”, “sí, tú puedes”, “alcance la felicidad eterna”; donde imperan al final altos niveles de estrés por la competencia constante entre individuos.

Desarrollar el pensamiento crítico en estos momentos es de suma importancia, ya que alrededor del planeta estamos experimentando retrocesos en el orden institucional, entidades que están llamadas a preservar las conquistas democráticas alcanzadas. Tal es el caso, de los estallidos sociales en países como la Líbano, Irán, Irak, Francia, Guinea, Chile, EE.UU, Colombia, Bolivia, Hong Kong, Argelia, Georgia, Haití.

Estudios de la entidad “Youth Employment Funders Group” agrupan el pensamiento crítico en cinco habilidades: "1) autoestima o concepto positivo de uno mismo, 2) el autocontrol, 3) la comunicación, 4) las habilidades sociales, y 5) el pensamiento complejo que incluye la resolución de problemas, pensamiento crítico y toma de decisiones".

El pensamiento crítico es fundamental en todas las áreas de formación académica, ya que ayuda a los profesionales a tomar decisiones basadas en razonamiento lógicos, para que estos logren adquirir autonomía intelectual. Estas destrezas de orden superior les ayudarán a desarrollar todas las áreas cognitivas involucradas en el proceso de construcción de planteamientos.

Es necesario, introducir dentro del programa académico de nuestras naciones, la premisa sobre la importancia de que las nuevas generaciones aprendan las bases para desarrollarlo; en vez de ser máquinas acumuladoras de contenido; debemos propugnar por un modelo de aprendizaje diverso.

Al entender que los tiempos han cambiado y así los modelos de enseñanza-aprendizaje, y que continuar educando jóvenes con toneladas de contenidos, dentro de esquemas académicos del siglo pasado es un grave error. En la actualidad, las grandes corporaciones demandan hombres y mujeres capaces de trabajar en todo tipo de ambientes y con capacidad resolutivas, basada en el razonamiento de los diversos retos que enfrentan.

El objetivo del modelo educativo a nivel mundial, debe ser el introducir reformas en los programas académicos, actualizando los contenidos que se ajusten a los tiempos actuales; el gran reto como siempre, lo tiene nuestra América Latina.