…Y casi al final (por suerte para él) de su magistral conferencia sobre híper globalización, el reflujo de algunas potencias y economías emergentes, las crisis financieras del pasado y la que ya viene por ahí, alguien inocentemente le preguntó qué debemos hacer, y la respuesta de Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, fue un tablazo que dejó estupefacta a la gran concurrencia: "Acabar con los malditos bancos". Evidentemente este Nóbel sencillo y mundano, semejante a un maestro de escuela o un curita de pueblo, olvidó que allí estaban representados hasta los bancos del parque Colón. (Nadie se explica cómo salió ileso de Sans Souci).