Algo másalgunas líneas nuevas (2011) es el título del sexto libro de ficción publicado por Juan Manuel Prida Busto (Santo Domingo, 1956).  Antes, de manera discreta y callada pero firme y decidida, había dado a la luz pública otros títulos: Huellas en la niebla (1990), Pieles a mi piel (1992), Arena de soledad (1994), En la luz de la noche (1999) y una recopilación de estos cuatro primeros libros bajo el título de Letra Reunida (2011). En todos estos libros predomina el relato breve como modalidad del género cuento, que por años ha venido cultivando con dedicación y destreza.

Juan Manuel Prida Busto

En más de un sentido, por la temática y por el formato de los textos, Algo más es una innovación en la obra narrativa de Prida Busto. Por un lado, significa su incursión en el ámbito del relato fantástico; por el otro, testimonia la búsqueda de una estética experimental.

Prida Busto es un narrador con plena conciencia del oficio y del valor del lenguaje. Destaca en la narrativa breve por su habilidad de combinar eficazmente lo cotidiano y lo verosímil con lo fantástico y lo extraordinario, en una poética sobria y depurada que revela a la vez manejo del idioma y dominio de la técnica.  Hay en sus textos una sintaxis cuidadosa y un sentido casi caligráfico de la escritura, siempre serena y equilibrada.

El tema predominante en la mayoría de los cuentos de Prida Busto es el asombro cotidiano. Ese asombro que se origina en el absurdo del mero hecho de existir, que genera angustia en el individuo y que el autor desahoga por vía de la escritura. De ahí los muchos desencuentros de los personajes de sus relatos. Lo fantástico (que no lo fantasioso) surge de lo cotidiano. Igual que lo mágico, habita la realidad misma, el ser de las cosas; de hecho, es una dimensión de ella. Es sólo cuestión de percibir lo mismo de otro modo, de aguzar los sentidos o afinar el intelecto. El relato fantástico es un fragmento de vida transfigurado por obra de la imaginación y la palabra. Nos habla de una realidad posible, imaginaria, que corre paralela a esa otra realidad cotidiana y prosaica que todos padecemos.

Desde la esencial unidad de forma-sentido presente en toda obra literaria, Algo más prosigue una búsqueda estética y verbal. Los cincuenta y seis textos que componen el volumen (dato curioso: la cifra coincide con el año de nacimiento del autor) son a un tiempo clásicos y modernos. Son clásicos en el sentido de la prosa sobria, clara y serena, pero a la vez poética, y del respeto a las reglas tradicionales del cuento acatadas por el autor. Y son modernos por el formato innovador y la técnica narrativa empleada, a menudo experimental. Se podría hablar de la presencia de una dialéctica de continuidad y ruptura en los relatos de Algo más.

El cierre sorpresivo dota de forma y sentido al relato. EnUltima función lo terrible surge en medio de lo cotidiano.  La desgracia adviene en el instante fatal y postrero de la mujer de la limpieza sepultada entre los escombros del edificio de la sala de cine demolido. Otras historias narradas en primera persona recrean encuentros casuales y únicos pero significativos: el joven veinteañero con la adolescente muda en “Un helado, una mirada”; el hombre con la mujer y los niños una tarde de lluvia en “Por culpa de la lluvia”; la lección de vida del mendigo japonés en “Una moneda en Shinguku”…