El pasado 10 de octubre de este año 2017, se celebro la asamblea general de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios, en donde fue elegida su nueva directiva encabezada por el joven Raúl E. Hoyo.
El discurso del nuevo presidente dirigido a la juventud emprendedora, es algo que realmente nos puso a pensar.
El mismo se centra en el hecho de los dominicanos deberíamos contar nuestras bendiciones, en vez de quejarnos, pues vivimos en una cultura enfocada a la queja, dejando claro que los jóvenes dominicanos siempre se han empoderado de los mas trascendentales cambios.
Al haber vivido en el extranjero y regresar al país sostuvo que “Vinimos con la firme convicción de que si nos fue bien afuera donde no conocíamos a nadie y nuestros conocimientos eran más comunes, aquí en nuestro patio, rodeados de nuestros amigos, con conocimientos en áreas que recién nacían, nos iría aún mejor”.
Confeso Raúl, en su discurso que en una de sus primeras entrevistas de trabajo en una institución financiera internacional, le preguntó alguien que hoy día considera su amigo, que porque había vuelto cuando los que tenían su perfil en esa buscaban transferirse al extranjero. En ese momento entendió el enigma del que hablaba su abuelo. Él había llegado con la Pasión del Dominicano, pero con el optimismo de un joven que había visto en el extranjero que cualquier cosa es posible si dejamos de quejarnos y nos ponemos a trabajar.
En los años que siguieron, trabajando muy de cerca con las Finanzas Públicas y el sector eléctrico. Me uní a ANJE durante el proceso de elaboración de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 vio un patrón que se repetía:
- Primero, que teníamos técnicos jóvenes muy buenos en todas las áreas tanto en el sector público como el privado, y que esos jóvenes, él incluido, queremos un mejor país. Por lo cual aprendió que, tenemos la materia prima para forjar el cambio, y
- Segundo que los grandes retos que aquejan durante generaciones a la nación, a diferencia de lo que crecemos pensando, tienen soluciones claras y realizables. Las soluciones son claras y realizables, lo que falta es voluntad y ejecución. La resistencia al cambio es lo que entorpece esa ejecución y la resistencia al cambio no es cosa de jóvenes.
“Ni dentro de su discurso, ni en un año se podrán resolver todos los retos, pero si nos podemos concentrar en cambiar el discurso. Cambiar el discurso de nación para que en vez de quejarnos, exijamos, aportemos y nos unamos en la ejecución de esas soluciones”.
“Se Necesita hacer un reconocimiento con integridad de nuestra responsabilidad individual y conjunta, liderada por los jóvenes y empezar a seguir y exigir leyes que SI se cumplan. Las reglas y leyes en las que no estemos de acuerdo, las trabajaremos, pero sigámoslas al pie de la letra y exijamos su cumplimiento hasta que mejoren. De forma particular la comisión de Justicia y Legislación trabajará este año en: Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas, Ley del Régimen Electoral, Ley de Control y Fiscalización del Congreso Nacional, Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal, así como otros proyectos tendentes a la transparencia y fortalecimiento institucional, así como normas que procuren elevar los niveles de competitividad en el país. Jóvenes, unamos nuestros esfuerzos, sigamos todas las reglas y exijamos que todos lo hagamos. Seamos más íntegros para lograr una mejor nación”.
“No nos quejemos. Hay mucho hoy por lo cual estar agradecidos como nación y sociedad, pero es un proceso y se debe continuar. El reto es nuestro”.
“Me rehúso a ser un dominicano quejoso de los que mi abuelo criticaba. Es mucho más fácil emitir una queja que enfocar nuestros esfuerzos en crear las cosas que si queremos. Claramente subir la montaña es más difícil que bajarla, pero la satisfacción arriba es que se siente. La foto se toma arriba cansado, sudado con Duarte y la bandera. Esa bandera dominicana que ondea por la Trinitaria y el grupo de jóvenes con ideales fuertes que iniciaron nuestra jornada como nación”.
Si bien, las acertadas palabras de un Joven emprendedor, estaban contenidas en su discurso de apertura como presidente de la asociación de jóvenes dominicanos que creen en su país, y emprenden y logran grandes cosas independientemente de obstáculos y adversidades, no menos cierto es que los jóvenes son quienes siempre marcan la diferencia, haciendo de la historia dominicana posible.
Jóvenes, empoderémonos, dejemos de quejarnos y pongámonos a trabajar en la consolidación de una gran nación en la que todos creemos, y estamos obligados a aportar. El país dejado heredado por el Joven Duarte, nos pertenece a todas y todos, manos a la obra.