JOSEAR 

“. . . inmenso enjambre de pequeños burgueses que JOSEAN permanentemente . . .”

El verbo que se encuentra en el título de esta sección ha pasado inadvertido, en su versión dominicana para muchos de los diccionaristas de español dominicano. Quizás esto se deba a que el verbo es de uso en el habla de los campesinos dominicanos como se mostrará más adelante. Se repasarán las acciones que se enuncian con este verbo, así como las extensiones o usos más allá del estrecho ámbito de su nacimiento.

El verbo josear (josiar) lleva marcas de dos influencias. Lleva la marca de su origen, de hocico, josico. La otra marca se la imprime el pretendido embellecimiento de la terminación, -ear, pues en dominicano también se dice  josiar.

Sobre la primera marca puede aclararse que en el español general existe el verbo hozar que procede del latín vulgar fodere, que expresaba mover o escarbar la tierra el jabalí o el puerco con el hocico.

Los tentáculos del verbo aquí estudiado no terminan ahí, pues de él deriva la voz joseador que sirve para denominar o calificar al jugador de beisbol que se esfuerza mucho en su rendimiento en el juego

Es un fenómeno reconocido que la letra hache al principio de palabra en muchos casos se aspiró, de allí que en el español entre campesinos dominicanos hocico termine diciéndose josico.

El próximo paso fue que al estar relacionado el verbo con el hocico este debía seguir la misma tendencia del sustantivo josico, de donde josear es la representación maquillada de lo que en el habla es josiar.

El español internacional conoce de un verbo josear que es de uso en el ámbito del beisbol, en el que transmite la idea de un jugador de beisbol esforzarse mucho en el entrenamiento o en el juego.

Conforme con Orlando Alba, el verbo josear se aplica a la acción del jugador de beisbol “que juega agresivamente y con entusiasmo”. Este verbo se usa tanto en República Dominicana como en Venezuela. Junto con el verbo existe el adjetivo joseador en el beisbol de República Dominicana, así como en el de Puerto Rico y Venezuela. Este investigador sugiere la palabra “fogoso” como sinónimo para joseador.

Específicamente este verbo josear deriva del verbo inglés hustle que en esa lengua expresa todas las ideas expuestas aquí. Lengua y béisbol en la República Dominicana (2006:191).

Lo que se observa en la cita donde se ejemplifica el uso, es el paso del uso en el beisbol ya citado, del verbo josear a otras actividades de la vida para denotar el “afán o lucha denodada de una persona para lograr un fin determinado”. Con esa acepción la emplea el redactor de la frase transcrita.

Para las personas que no han tenido la oportunidad de vivir u observar la vida en el campo, llama mucho la atención la fuerza y resistencia que tiene el hocico del cerdo, que puede levantar la tierra y removerla hasta llegar a las raíces de arbustos y hasta de árboles o al alimento que le interesa.

El campo semántico del verbo no termina ahí, pues saltó al ámbito del sexo, en donde el verbo en cuestión comunica la idea de recurrir sexo oral, es decir, recurrir a la boca, los labios y la lengua para producir o experimentar placer sexual.

Los tentáculos del verbo aquí estudiado no terminan ahí, pues de él deriva la voz joseador que sirve para denominar o calificar al jugador de beisbol que se esfuerza mucho en su rendimiento en el juego.

Por medio de la lectura de lo expuesto más arriba puede apreciarse la validez y vigencia del verbo josear en el español dominicano. Esto obliga a que en los diccionarios diferenciales de español dominicano se reconozca su valor en las distintas acepciones, así como el de las voces que de él derivan.

El verbo josiar deriva del josico, al tiempo que el verbo josear del beisbol deriva del inglés hustle.

RULLIR 

“. . . con el vientre corto, los pantalones RULLIDOS . . .”

El verbo que consta en el epígrafe es totalmente dominicano. Lo es por su formación y su significación. Podría aducirse que es una interpretación o “recreación” de otro verbo del español de los mismos significados, pero de representación gráfica diferente. Como se verá más abajo el verbo también produjo su sustantivo y adjetivos correspondientes sobre el mismo tipo de representación del sonido por medio de la escritura.

Algunas personas muy instruidas tienden a menospreciar la lengua hablada sin parar mientes en que esta lengua precede a la literaria. Es más, la lengua literaria se nutre de la lengua hablada. El poder creativo de la lengua hablada es superior al de la lengua literaria. No puede olvidarse que la lengua hablada es la “lengua viva”.

El párrafo retropróximo debe de servir para que no se dé la espalda a las voces del tipo de la tratada en esta sección. El autor de estos comentarios halla que el verbo del título, así como el adjetivo y el sustantivo que de este derivan son bellos. No se espera que esa apreciación sea compartida, por lo menos se desea que sea respetada.

Es común que los hablantes recurran a comodines en el habla para no tener que mencionar la palabra que no le viene a la mente enseguida

El verbo “rullir” del español dominicano no corresponde exactamente a todas las acepciones que definen el verbo roer, aunque sí alguna de ellas y otra modificada en su descripción. Esto necesita precisiones que se ofrecen a seguidas.

Rullir en el español hablado dominicano se emplea para describir la acción que ejerce el uso sobre tejidos, telas. Se pueden citar algunos ejemplos de su empleo con relación a las medias (calcetines) y las ropas. No solo como resultado del roce, sino por uso continuo de las piezas que muestran las consecuencia de este.

Otro caso en que el hablante de español dominicano prefería o prefiere el verbo rullir es para referirse a la acción de quitar, retirar, despacio o gradualmente en pocas cantidades alguna cosa sólida, acción que se ejecuta con los dientes.

Otro asunto que es oportuno considerar con respecto a este verbo es su representación gráfica, con esto desea destacarse que se favorece la elle /ll/ y no la ye /y/ porque parece más cercana al hablante la primera de estas dos letras, por ser la otra la i griega. Esto para representar un sonido que en el habla de los dominicanos es el mismo.

Algunas personas pueden encontrar raro que alguien publique sus preferencias por algunas palabras. Lo que no puede perderse de vista es que muchas personas manifiestan preferencias por vocablos de la lengua cuando los usan con mayor frecuencia que los demás. Es común que los hablantes recurran a comodines en el habla para no tener que mencionar la palabra que no le viene a la mente enseguida.

Otra forma de manifestar preferencia es cuando el hablante recurre a palabrotas para ponderar los actos que le parecen fuera de lugar. Casi siempre esas groserías se repiten por la comodidad que ofrecen.

No hay lugar a sorpresas. De una forma u otra cada hablante muestra predilección por una u otra palabra en sus conversaciones o en sus escritos. Eso es normal.