La jornada escolar extendida es más que un tema que se está discutiendo como una solución para mejorar el desempeño académico de las instituciones educativas y su incidencia protagónica en la formación de capital humano. Es un asunto de política, cuyo objetivo final es hacer que los países sean más competitivos en la economía global actual, sin importar que sean desarrollados o en desarrollo.

En este sentido, el presidente de EE. UU, Barac Obama, hizo un llamado a incrementar el tiempo de permanencia en las escuelas, argumentando que en promedio los estudiantes norteamericanos tienen un mes menos de clase que sus contrapartes surcoreanos.  Y agregó, si los jóvenes norteamericanos quieren competir con los estudiantes de uno de los Tigres asiáticos más avanzados en el siglo 21 -argumentan- entonces no pueden darse el lujo de empezar tan atrás.

La JE se justifica por sus objetivos  relacionados con el mejoramiento de la calidad de la educación. Además, es un programa que para los jóvenes tiene un efecto protector, reduciendo su exposición a los riesgos más allá de la escuela, como la delincuencia, el abuso de substancias, la criminalidad y la violencia.

Este tipo de políticas es atractivo y más para países como RD, donde la jornada escolar reducida tiene una duración de cinco horas, pero las horas efectivas son      2 ½, con un turno por la mañana y otro por la tarde. Y la calidad de la educación ha descendido a los niveles más bajos a que se podía llegar. La JE es una imperiosa necesidad para rescatar la escuela dominicana.

La JE no puede fallar en sus propósitos de mejorar la educación básica; el Gobierno ha destinados los recursos necesarios para mejorar la calidad de la educación, pero no es solamente un problema de recursos, requiere un fuerte compromiso de todos.

Esta realidad debería conducir a que las escuelas con JE asuman un compromiso de operación mediante el cual el personal docente, directivo, administrativo, alumnado y padres de familia aseguran respetar la jornada laboral y a seguir las orientaciones que trazan las instancias del ministerio de Educación que dirigen el programa.

La JE requiere, básicamente, de docentes comprometidos, con saberes disciplinarios, didácticos, axiológicos, pedagógicos, epistemológicos, teleológicos…Pero requiere de un diseño curricular al servicio de los docentes y no de docentes al servicio del diseño curricular.

El  diseño curricular es el mismo de la jornada reducida. Con el aumento del horario era necesario reorganizarlo y determinar qué se enseñaría en cada período del día, pues la extensión de la jornada escolar posibilita fortalecer la enseñanza de los contenidos de todas las áreas del curriculum: lengua española, matemática, ciencias sociales, ciencias de la naturaleza, como otras complementarias tales como lenguas extranjeras, música, teatro, deportes, tecnologías de la información y la comunicación, entre otras propuestas.

Este programa debe estar en permanente construcción, retroalimentándose continuamente de la propia práctica para perfeccionarse, pues son muchos los elementos que intervienen y hay que tomarlos todos en cuenta. Por ejemplo, la JE implica al menos tres realidades, cuyo equilibrio entre ellas será clave para el éxito: (1) la jornada escolar del alumnado. Hace referencia al tiempo total que  permanece en la escuela e incluye todas las actividades curriculares y co-curriculares que  se realizan; (2) jornada laboral del profesorado. Se refiere al tiempo obligatorio que requiere el desarrollo de las  actividades docentes con los alumnos, los pares, el equipo directivo y personal; (3) jornada del centro escolar. Corresponde al tiempo que permanece abierto para el desarrollo de actividades educativas y/o culturales al servicio de la comunidad.

Las escuelas con JE deben hilar fino y superar el tiempo de pegar botones y servir alimentos y transformarse en espacios académicos donde lo importante sea la formación y el aprendizaje de los estudiantes, para que la RD alcance la calidad educativa a la que la población que asiste a la escuela pública tiene derecho.