¡Al fin sabemos los resultados de la extraordinaria “Revolución Educativa” que, con una inversión de 925 mil millones (derivada de ese 4 % por el que tanto luchamos), ha llevado a cabo el actual Gobierno!: tenemos miles de aulas nuevas en todo el país, hechas grado a grado a un acelerado (y sospechoso) ritmo en apenas siete años, y tenemos miles y miles de lindas (y caras) computadoras portátiles entregadas en sorpresivas visitas aquí y allá a bachiburros y maestros semianalfabetas (“Revolución” que, según el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, resulta en realidad una atroz involución).