Sólo imaginar qué fuera de la humanidad sin automóviles extensibles a barcos, aviones, trenes, motocicletas. Además que si bien se reconoce la existencia milenaria del transporte marítimo éste se realizó por un muy prolongado tiempo mediante la tracción muscular y el aprovechamiento de la energía del viento. Imaginar además qué fuera de la humanidad sin iluminación en las vías públicas en las noches o sin la energía eléctrica para los tan variados usos del hogar o en los hospitales o en los centros educativos a todos los niveles o las propias baterías de los teléfonos celulares.
En el caso del transporte sería volver a la tracción muscular de las piernas o de los brazos para los remos junto al viento o a la tracción muscular de los caballos.
Es fácil deducir que el retroceso sería enorme. Y de ahí la gran significación que han tenido y tienen la investigación científica y la innovación en materia de energía.
La energía en una forma sencilla de interpretarla es la capacidad de realizar un trabajo (fuerza por desplazamiento) y con Albert Einstein se descubrió que es equivalente a la masa; la energía se expresa de múltiples formas. El fuego que es el fundamento de muchos de los adelantos humanos es energía química que se convierte en energía calorífica y de ahí – si procede- a energía de movimiento o cinética o electricidad; esa energía química originaria es resultado de un proceso llamado combustión y que consiste en la reacción que se produce entre el oxígeno y un material oxidable y que habitualmente se manifiesta en incandescencia o llama ; pero si bien se ha avanzado en su conocimiento y aplicación, en su forma más simple fue hace 800 mil años una de las más trascendentes innovaciones del ser humano, desde cuando se pudo producir fuego de forma controlada.
El tema de energía ha sido y es de los más relevantes en investigación científica e innovación y en la actualidad se avanza, entre otras, en energía solar, eólica, nuclear tanto de fisión mediamente la llamada reacción en cadena o por fusión nuclear equivalente al proceso que se desarrolla en el Sol y la propia energía química como acontece en las baterías de los teléfonos inteligentes.
En la República Dominicana procede seguir esos avances dándole el sello propio y aprovechando la gran innovación en la gestión del Estado que es la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030; procurar arribar al Pacto Eléctrico pendiente aún y de ahí impulsar avances en energía en todas sus dimensiones, aprovechando su gran valor educativo para todos los niveles y formas.