Nueva York.-Lo más común en estos días es escuchar llamados a “resistir” la polítia migratoria de Presidente Donald Trump. El mismo coro mediático que hace el llamado hoy, ayer calló cuando Bill y Hillary Clinton, luego Barack Obama cometieron multiples infamias y diabluras contra los inmigrantes.

Esas bocinas mediáticas pretenden olvidar que Clinton tomó la presidencia en enero de 1993 e inmediatamente después, construyó 325 millas de verja en la frontera con México. En el año 1996, en respuesta al camión bomba que hicieron estallar unos supremacistas blancos en Oaklahoma City el año anterior, Clinton firmó una ley draconiana.

Tan despreciable resultó, que un informe de Human Rights Watch, desde Londres, denunció en 1997 que Clinton “ha sometido cientos de miles de personas a un sistema de detención arbitraria, deportaciones aceleradas y separaciones familiares”. Deportó muchísimos residentes legales.

Hillary, como senadora neoyorquina votó en el 2006 para autorizar que el presidente George W. Bush continuara la construcción de la verja que inició Bill.

Hillary luego demandó que los niños refugiados de la violencia centroamericana fueran deportados, retornados al infierno del que huyeron.

Las bocinas mediáticas que hoy denuncian a Trump quizá estaban de vacaciones cuando Barack Obama deportó unos 2.7 millones en ocho años.

Durante los 2,920 días de su gestión diariamente, en promedio, Obama deportó 930, totalizando 6,500 semanales, quienes callaron eso, denuncian que Trump deportó 600 en una semana.

Esas mismas bocinas mediáticas fracasaron estrepitosamente cuando pronosticaron el “triunfo arrollador” de Hillary en las elecciones que perdió.

Las deportaciones y el muro de Trump son tan despreciables e inhumanas, como las de Clinton y Obama.

Manipulando pánico entre los inmigrantes y desprecio hacia el presidente, esas bocinas perderán credibilidad cuando Trump, que sigue los pasos de Ronald Reagan, promueva una reforma migratoria. Eso luce muy probable.