La gestión mercadológica en nuestro país ha contado en su historial comercial con tres iconos de la industria: Ron, cigarrillo y cerveza. Estas industrias a pesar de su gran aporte al desarrollo económico del país en las últimas cinco décadas, enfrenta hoy una seria amenaza debido al auge del contrabando, que atenta contra su sostenibilidad como entes productivos de la nación.

Las cifras aportadas por los directivos de las asociaciones Productoras de Ron y Fabricantes de Cervezas, Adopron y Adofase respectivamente, indican que la dinámica comercial de estos tres sectores representa un aporte del 3 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) de la República Dominicana.

La raíz de este problema parece ser un tanto complicada por cuanto el componente gubernamental del impuesto selectivo al consumo que se aplica a la fabricación y consumo de estos productos, es uno de los factores que han influenciado el crecimiento de la práctica ilegal de estos productos en el mercado local.

La situación de competencia y competitividad en que se desenvuelven los productos y las marcas en el actual entorno de la economía global, requiere una especial atención de apoyo gubernamental a los esfuerzos de producción de bienes y servicios cuyos atributos, beneficios y valores cumplen los estándares de calidad exigidos en el mercado internacional.

En ese contexto las industrias involucradas en el "affaire" cuentan con productos y marcas que bien pudieran ser impulsadas a posicionarse de manera más ventajosa en esos espacios, mediante el auspicio de una propuesta de Marca País gestionada desde los estamentos gubernamentales correspondientes.