Recuerdo aquellos inmensos mítines, con los encendidos discursos de José Francisco Peña Gómez, el más grande líder de masas que ha tenido este país. Recuerdo los intensos debates de Juan Bosch, al frente de un partido que con su pensamiento prometía mucho más y mejor de los que hemos visto. Recuerdo una izquierda revolucionaria dedicada a apoyar las demandas de los pobres, sin entrar en componendas con nadie… (Recuerdo, pues, aquello que hemos perdido y echo la mirada con pena a lo que tenemos hoy: puros burócratas de partidos, no líderes políticos, que ejercen, no en debates de ideas, sino en el simple declaracionismo de prensa).