Conforme a los resultados de diversos estudios realizados durante casi dos décadas por el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), desde la instauración de la República hasta nuestros tiempos, ha sido determinante el rol asumido por la mujer en las diferentes esferas sociales, los campos, fábricas, universidades, escuelas, hogares, instituciones de bien social y los estamentos del Estado, a fin de hacer posible no solamente que las barreras de desigualdad entre mujeres y hombres sean derribadas, sino también, para lograr la edificación de una sociedad más justa y equitativa para todos sus componentes.
De acuerdo a los mismos, si bien es cierto que nuestra historia no honra como debiera el papel de la mujer en la lucha por la independencia y otros procesos en conquista de la libertad y del progreso social, no es menos cierto que sin los fecundos aportes efectuados por ella a la gesta de febrero no hubiéramos engendrado nuestra nacionalidad
En dicho sentido, el CRD visualiza, que pese a que los trinitarios organizaron su sociedad siguiendo una inteligente estructura en forma de grupos células de tres, siendo una asociación masculina, como era la costumbre de la época, sin embargo, buscaron y encontraron la forma de incluir en sus planes la participación femenina, al constituirse la misma de importancia capital para el pleno éxito del proyecto independentista.
Resalta, que lo señalado hizo imperativo que a las mujeres se les involucrara en la conspiración, dándole el nombre al núcleo que las agrupó de “Comunicadas”, y así se incorporaron desde distintos escenarios, bordando una bandera, escondiendo en su casa a los Padres de la Patria, preparando los cartuchos que se usaron y llevando de un lugar a otro la pólvora escondida entre sus faldas, en tal forma, que el papel jugado por ellas fue tan relevante como el protagonizado por los hombres en los campos de batalla, como resulta la participación de María Baltazar, primera mujer soldado de la República, quien estuvo presente, fusil en mano, la noche gloriosa del 27 de febrero y la madrugada del 28 realizando incursiones militares en pro de nuestra independencia.
Por tanto, asume a toda plenitud, que las mujeres fueron determinantes en la creación de la nueva nacionalidad y sin ellas no hubiera sido posible su existencia, siendo dignos ejemplos de lo indicado, que María Trinidad Sánchez fue víctima del crimen político, y Josefa Antonia Pérez de la Cruz (Chepita), se constituyó en la primera “Comunicada” de La Trinitaria, facilitando su casa de la calle Arzobispo Nouel el 16 de julio de 1838, para la fundación del movimiento Trinitario y la juramentación de su dirección.
Destaca en torno de lo antes expuesto, el rol asumido por Concepción Bona, quien además de estar presente en el momento de la proclamación de nuestra independencia, confeccionó la primera bandera dominicana que ondeó airosa en el asta del baluarte la noche del 27 de febrero, al que se une el de María Angustias Villa, confeccionadora con sus hermanas de la bandera que ondeó por primera vez en el Cibao, como también el de Ana Valverde, quien además de participar en el histórico febrero, se dedicó a recabar fondos para reconstruir los muros de Santo Domingo, a fin de que el ejercito libertador pudiese rechazar la incursión de la tropa haitiana.
Asimismo, el lugar privilegiado en los anales de nuestra gloriosa Independencia, ganado por Rosa Duarte Diez, Rosa Bastardo de Guillermo, Socorro del Rosario Sánchez. Froilana Febles, Baltasara de los Reyes, María de Jesús Pina, Rosa Montas de Duverge, Filomena Gómez de Coba, Micaela Rivera y Petronila Gaú.
Para el CRD, a todas ellas hay que unir toda una pléyade de patriotas, como resultan los casos de Juana Saltitopa, soldada de la patria, que en forma hidalga y valiente participó en la batalla de marzo en Santiago; Manuela Diez quien no sólo ofrendó a la patria a sus hijos, sino que puso a su disposición todos sus bienes; María Baltasara Bustamante, la primera mujer marina de la república y tantas otras grandes heroínas que ofrendaron su vida y su sacrificio junto a los Trinitarios, para que disfrutemos hoy de independencia y nacionalidad.
“Sed justos lo primero, si queréis ser felices”, decía el prócer Juan Pablo Duarte, por lo que hoy, a través de estas líneas, el Consejo Regional de Desarrollo, Inc. (CRD), además de que reconoce y honra a la mujer dominicana por su impactante contribución al desarrollo sociopolítico y socioeconómico de nuestra nación, insta a todos los componentes de la sociedad dominicana, dar el valor histórico y social que por justicia a ellas les pertenece, sobretodo, por sus aportes trascendentales, que permiten a los dominicanos y las dominicanas, caminar de cara al presente y al futuro, sobre bases firmes hacia horizontes que motorizarán con certeza día tras día la consolidación de la justicia, el progreso y la paz social.