(A la Verdad, porque muestra gran paciencia al escuchar tantas mentiras)

Mientras que en el diario español "El País" se denuncia que el cura católico romano Antonio Fernández es  perseguido y acosado por su obispo por reprobar desde el púlpito el "excesivo gasto" de la visita del Papa a Galicia y por animar a sus fieles a "aprender y a que nadie piense por ellos", aquí, nuestro semanario "Camino" proclama que los católicos han de defender  el "derecho a la protesta",critican los "viajes del presidente" y les inculcan  dogmas a las gentes que "no les permiten pensar" y ver que no hay dioses en los cielos .

Para aquellos que no llevan los cartones del bingo de la historia, no les resultará extraño escuchar a la Iglesia hablar de "democracia y de protestas", quizás no saben que su doctrina y gobierno han venido "involucionando" en el curso de su historia. Antes se regían por la democracia de su cristianismo primitivo y ahora por el más absoluto mandato papal talibán arbitrario (relativismo).

Entonces, si los gobierna un monarca dictador ¿Por qué no les da vergüenza elogiar la democracia? ¿Por qué azuzan al pueblo y no se azuzan a sí mismos a practicar la democracia interna? ¿Por qué no organizan marchas en la Plaza de San Pedro para reclamar para el clero los derechos democráticos que para otros reclaman? Y nos responderán: la Iglesia está más allá del bien y del mal, todo debe ser regido por la democracia pero mientras no se trate de la Iglesia; aquí todo debe ser obediencia, silencio y orden.

Sin embargo yo no los culpo por esto, seamos sinceros: la incoherencia es una diabólica virtud que nos adorna a nosotros los humanos. Además, el miedo es libre, principalmente si se trata de la excomunión y del infierno.

En el principio existía libertad; líderes cristianos y obispos eran elegidos por la toda la comunidad cristiana que ejercía sin coerción su democracia interna. Luego, en la medida en que la Iglesia se secularizó y los "bolsillos de Judas" se le agrandaron, se inició una lucha interna por el poder que terminó en la monarquía absolutista "de los papas que estaban en la papa". Desde entonces existen obispos que, como ricos califas musulmanes, imponen su criterio, disciplina y obediencia sobre los curas y sobre la grey de sus territorios eclesiales. En la edad media llegaron a ser grandes potentados, terratenientes, dueños de todo, temibles señores de horca y cuchillo,

Y decían ¡Al curita que se ponga a joder le romperé el tabernáculo! Y ciertamente, ahora fue que entendí cómo se lo rompían. Y poquito me lo "jallo"; recordemos que la Biblia dice que creerse representante de Dios en la tierra es el peor acto de soberbia que puede exhibir hombre alguno.

Y no hablemos del sistema electoral, la conocida "democracia cardenalicia", donde a papas de derecha les da las ganas de escoger cardenales de derecha para que elijan papas de derecha que conducen a la derecha. ¡Cuánta democracia!

Dicen que "no hay cura tonto y que el más pendejo da para obispo". Pero ciertamente, no sé quien escribe estos editoriales relativistas caminezcos, pero debe ser alguien que vive sumergido en el mundo laico, porque al decir que "El reclamo de los derechos siempre será válido, sobre todo en sociedades democráticas en donde las ideas no se encarcelan", está diciendo que en la Iglesia Romana antidemocrática se encarcelan las ideas, se está diciendo que allí el reclamo de derechos nunca será válido. ¡Pero bueno! Acaso piensan que los lectores de Camino no usan la cabeza. No nos clavemos el cuchillo.

Todo esto nos dice que se está practicando un 'relativismo populista' hueco; no se siguen principios coherentes, se habla de lo que conviene hablar en el momento .Si la Iglesia no cree, ni permite, ni practica la democracia interna ¿por qué se vale de ella para "allantar" a las gentes? .Ciertamente, se están perdiendo los valores. Cuidemos nuestra Madre Iglesia del peligroso virus del "populismo relativista". Digamos la verdad: "Odiamos la democracia porque somos monarquistas".

Pero muchos pensarán que esta bicornuta e incoherente actitud institucional que muestra la Iglesia amerita un estudio psiquiátrico o por lo menos sicológico, pero no es así, están equivocados. Todo obedece a un plan racional premeditado, orientado por los más puros principios de la practicidad que rige el "materialismo religioso" imperante: el llamado "Relativismo" que la Iglesia practica, el mismo que le vive criticando al mundo.

Mí abuela- quien leía dos libros a la vez, uno con cada ojo- decía esta letanía:

"A las mujeres que se cuiden de los curas que usan sotanas cortas que les llegan al ombligo"; y todos le contestaban: "Y muchos las usan largas para esconder sus bolsillos".

Retornemos por los caminos de la sinceridad, dejemos el malabarismo y digámosle la verdad a las ovejas y al pueblo dominicano, digámosle que dentro de la Iglesia no se tienen ni se reclaman derechos, que odiamos la democracia, que "somos monarquistas. Ésta es la verdad y lo demás es bla bla.