La Asamblea General de Ciudades del Centro Iberoamericano de Desarrollo Estratégico Urbano (CIDEU) reunida del 17 al 19 de julio, 2019, reconoce los avances evidenciados por Santiago de los Caballeros en Cultura y Desarrollo. Por sus diversas expresiones de artes visuales y escénicas, sus significativos equipamientos culturales y las empresas creativas. Igualmente por el rol de la música para consolidar la identidad y el sentido de pertenencia, la ciudad del Yaque se posiciona con firmeza en Iberoamérica.

De la mano de las exposiciones  del Alcalde Abel Martínez, del Presidente del Consejo para el Desarrollo Estratégico (CDES), Juan Carlos Ortiz y de quien suscribe, los más de 50 delegados internacionales pudieron confirmar la importancia de la cultura para la convivencia, la cultura popular y la economía sostenible al visitar el barrio de Los Pepines y el Centro Histórico de Santiago.

La misma gente, los artistas y los barrios visitados mostraron las transformaciones. Los murales de ciudad como expresión de arte visual, pero también como reconquista de la calle, protección de espacios públicos y recolección integral de residuos sólidos, se pusieron en evidencia en el “son de calle” de Los Pepines.

La significación de la Cultura Popular en Santiago fue puesta en escena por el Centro León, el Comité de Fiestas Patronales, la Corporación del Carnaval, Casa de Arte y La 37 por las Tablas. En todos los espacios urbanos visitados, los ritmos, la danza carnavalesca, la variedad de la música popular, el color y los diversos vestuarios, puso en primer plano el vínculo entre Cultura y Desarrollo.

Con el seductor lema Ciudad, Cultura y Agenda 2030, los miembros del CIDEU consideraron los avances de Santiago y decenas de ciudades iberoamericanas. Valoraron la Cultura como un elemento imprescindible en las políticas urbanas. Cientos de alcaldes, concejales, regidores y planificadores reseñaron la importancia para las ciudades de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Asimismo resaltaron la significación de la nueva Agenda Urbana (Quito 2016) de ONU-Hábitat donde se adquiere el compromiso de considerar la Cultura como un pilar del desarrollo sostenible. “La Cultura debe ser el centro de la estrategia de desarrollo sostenible de las ciudades”, subrayaron.

La Cultura y Desarrollo como estrategia de ciudad es una herramienta para el fomento de la convivencia, la inclusión social y el fortalecimiento de la identidad local. La Cultura, el sentido de pertenencia y la imagen urbana ayudan a encontrar la singularidad de cada ciudad, permiten mejorar calidad de vida, atraer visitantes y posicionarse como marca en el escenario global.

Dado que el 40.0% de los ingresos turísticos mundiales provienen del turismo cultural, la relación de Cultura y Turismo fue resaltada como esencial. La cultura es fuente de recursos para las ciudades y para el mantenimiento de sus patrimonios históricos, arquitectónicos, naturales e inmateriales. También para su accesibilidad social,  su protección y conservación.

Santiago hoy también puede ser valorado desde la perspectiva de la Cultura para la Convivencia. Los niveles de seguridad ciudadana se elevaron con la reducción a 8.4 por 100 mil de los homicidios (Ciudad Segura) y las bajas en las tasas de violencia de género.

Las ciudades deben asumir la lucha contra la exclusión y la inseguridad, trabajando por la paz a través de la Cultura como herramienta para la inclusión y cohesión social. En Santiago y muchas ciudades iberoamericanas, la Cultura ha permitido crear espacios comunes para la convivencia, la paz y protección de la diversidad cultural.

Se valoraron experiencias de revitalización de espacios urbanos que al tiempo de dotar de equipamiento cultural comunitario, contribuyen a mejorar áreas urbanas y a potenciar el uso del espacio público. Especial referencia se evidenció en el barrio Los Pepines y su Ruta de los Murales, los proyectos de Donostia, Medellín y el barrio Pelopincho de Asunción Paraguay.

Asimismo se apreciaron experiencias culturales como herramientas para promover la inclusión mediante el aprendizaje de la música en jóvenes excluidos con grupos musicales, orquestas populares, grupos de baile, concursos de artes visuales, fotografías, poesía coreada y teatro estudiantil.

También se validaron modelos de recomposición de sociedades enfrentadas por años de violencia. La creación de centros para mantener la memoria histórica, evidencia de manera directa la posibilidad de la cultura para la construcción de los valores y la importancia de alimentar el papel educador de la ciudad en todas las generaciones.

Así quedó evidenciado entre otras experiencias consideradas en el Parque Agroecológico de Mérida, Xoclán; la Cultura Viva como laboratorio democrático en Barcelona, la revitalización de Pudahuel, Chile, la Franja Joven del rio Rosario y el plan bicentenario de Tunja.   

Los asambleístas del CIDEU resaltaron la Cultura Popular como contribución para a reforzar la identidad local por el cultivo de la tradición, gastronomía, artesanía, música y artes visuales. Se fortalece así la diversidad cultural como patrimonio de la humanidad.

Igualmente, se analizó el papel de la Cultura como herramienta para la economía local. El fortalecimiento de las cadenas de valor en las prácticas culturales, las artes y las artesanías. CIDEU llamó a promover la diversificación de las industrias culturales para potenciar la Cultura generadora de riqueza.

Se impone incluir la Cultura como herramienta de cohesión social, potenciando ciudades que favorezcan identidades diversas de origen, genero, generacional y otras que promuevan el capital social, mediante el impulso de proyectos de colaboración entre centros y comunidades. Ciudades facilitadoras de la autonomía creativa y la capacidad crítica.

Los asambleístas en una sesión de trabajo final con el Consejo Directivo de la Corporación Zona Franca Santiago (CZFS) y el Consejo para el Desarrollo (CDES), plantearon interesantes iniciativas de continuidad y nuevos proyectos para mediante Cultura y Desarrollo, asegurar la sostenibilidad de las diversas ciudades iberoamericanas.