En 1971 ellos creían en Juan Bosch:“En la Dictadura con Respaldo Popular estarán representados, a través de las personas que ellas escojan libremente, todas las organizaciones del pueblo, políticas, sindicales, económicas, culturales,  científicas, religiosas, deportivas, ejército, policía, empleados públicos y otras de cualquier índole. Sus representantes actuarán en todos los órganos del Estado, desde las aldeas o secciones campesinas, los barrios y las provincias, hasta el Gobierno Nacional, y en ninguno de esos niveles podrán tomarse medidas que no sean aprobadas libremente por la mayoría de esos representantes”.(Hoy se ríen de él).