Juan Bosch siempre elevó principios éticos y morales en su quehacer político; combatió abiertamente la corrupción, la impunidad, la deshonestidad pública y privada y, consecuentemente, nunca tuvo riqueza y siempre mostró transparencia y honestidad personal en todos sus actos. Para refundar el PLD, cuya creación se inspiró en esa conducta, se debe ser boschista. Por eso resulta verdaderamente grotesco escuchar a Leonel Fernández, quien ha proclamado ser “vinchista balaguerista”, decir que se dispone a llevar al PLD a sus orígenes. (Visto el caso y sancionados los ominosos hechos, eso no es para reír…o llorar).