Contar la historia de gente como usted o como yo, tiempo atrás podría parecer imposible. ¿Quien querría verla? ¿A quien podría importarle? Quizás porque hemos normalizado el afán diario, sin caer en cuenta del gran empeño que ponemos en ser responsables, productivos y felices. 

Por suerte, el mundo parece ávido de inspiración. La gente anda buscando constante motivación en quien uno menos piensa que puede concederla. Y sí que resulta efectivo. En cualquier conversación encuentra uno la chispita que faltaba o el empuje que, muchas veces sin saberlo, andábamos necesitando. 

La felicidad se nos ha vuelto una prioridad. Constantemente vivimos procurando aquellas cosas que nos hacen felices sin tener que sacrificar nuestro bienestar y muchísimo menos sin evadir responsabilidades. Cada día nos vamos perfeccionando en el ejercicio de ser prósperos, estables y felices. Nada fácil, pero lo vamos logrando. 

La gente le ha puesto carácter al ingenio y a la inventiva para crear nuevos oficios. Las ideas locas ya dejaron de ser tan locas. Y esta gente no se sienta a esperar que le resuelvan las cosas. La determinación, la disciplina y el enfoque es un factor que tienen en común. 

En República Dominicana, va subiendo una clase media diferente, justamente como ellos. Que se ha adaptado a los tiempos y que toma en serio sus ideas y su felicidad. Le van buscando la vuelta a la innovación y a la creatividad para ganarse la vida. Así, trabajar y hacer dinero ha dejado de ser una misión reservada para los empleos tradicionales. 

Si algo nos caracteriza a los dominicanos es la capacidad de buscarle la vuelta a la vida. Y eso es precisamente lo que la clase media ha hecho. Es gente que enfrenta bonito la vida, que no sabe rendirse y que pone a prueba su ingenio para salir siempre adelante. 

Hoy lunes, se estrena la primera temporada de una serie de videos y fotografías producida por la Presidencia de la República, en la que doce dominicanos de clase media nos cuentan su historia. Con esa misma cotidianidad con la que vivimos y salimos cada día a sortear lo que venga. Con el mismo ánimo de los dominicanos que no sabemos rendirnos. 

A través de la cuenta en Instagram @historiasporcuentapropia ellos mismos nos van a contar su vida y sus sueños en un relato cálido y cercano con el que seguro muchos nos podemos identificar. 

Los invito a disfrutarlas. La intención es reconocer su empeño, su compromiso social, la fe que le tienen a su país, el amor que ponen en sus oficios y que en República Dominicana se puede.

Esta es la primera de muchas temporadas. Quien sabe si la próxima historia puede ser la suya.