Nueva York.-El principal obstáculo de Hillary Clinton, es Hillary Clinton. Ella es víctima de sus 24 años de triunfos, hoy el país demanda cambio, Hillary representa continuidad, navega contra la historia.
En las primarias pasadas dos tercios del electorado, los seguidores de Donald Trump y Bernie Sanders demandaban cambio.
Hillary lleva 24 años “subida en el palo”, como primera dama, senadora y secretaria de Estado, su rostro representa lo que el electorado quiere cambiar.
Veamos un ejemplo, mi hija mayor tiene 31 años. Desde que tenía siete hasta hoy, Hillary está en la sala de su casa en la TV, lleva 24 largos años, casi toda su vida.
Por eso, esa generación quería a Sanders, demanda “cambio”.
Como niños, vieron a Hillary, la hermosa mujer madura de 44 años entrar a la Casa Blanca como Primera Dama en 1992. Y la vieron arrugarse ante las cámaras de TV, convirtiéndose en la señora de 69 años que hoy es.
Hillary es una carta marcada, una ficha que ha dominado, trancado juegos y dado capicúas durante los últimos 24 años, ya no tiene misterios.
Trump representa “cambio”, es nuevo en política y dice lo nadie más dice. Sus seguidores exhiben más entusiasmo que los de Hillary, el es lo único “nuevo”.
Este país cambia de partido cada ocho años. Ronald Reagan gobernó ocho años, su vicepresidente George Bush padre ganó, pero perdió la reelección ante Bill Clinton. Clinton gobernó ocho y Bush hijo representando “cambio” se impuso sobre Al Gore.
Barack Obama ganó prometiendo “cambio”.
Buscando “cambio” éste país votaría por Trump, recuerden que le permitió a Bush hacer trampas porque ofrecía “cambio”. Después sabiendo que mentía, apoyó su invasión a Irak, luego lo reeligió.
Un pueblo buscando “cambio” pacta hasta con el diablo para alcanzarlo.
Hillary la tiene difícil.