Guillermo Moreno está en ayuno y silencio para sacudir más conciencias contra la corrupción y la blindada impunidad. Guillermo Moreno está en el corazón de Cristo Rey y su pobre parroquia, como un tenaz picapedrero golpeando la roca de la indiferencia. Guillermo Moreno sigue, cabalgador en la seca pradera, sembrando al voleo semillas de conciencia que pueden germinar y hacer que llueva. Guillermo Moreno sigue estrenando nuevas formas de hacer política, más allá de los arreglos de aposento y del discurso simplón ante la prensa. Pienso que Guillermo Moreno está haciendo un buen camino con su andar.