Me he enterado en fuentes dignas de crédito que la Academia de Ciencias de la República Dominicana reunió a sus mejores investigadores de todas las ramas ligadas a la función cerebral ( neurología, psicología, psiquiatría, fisiología cortical y demás capítulos del funcionamiento del encéfalo), y al cabo de un estudio que consumió intensas jornadas de trabajo, logró establecer, sin el más mínimo espacio a la duda, que, en vez de cerebro, lo que tiene un alto dirigente choferil, cuyo nombre me reservo, es un simple maní que flota en el vacío. (Eso explica sus inconductas compulsivas).