Absurdo el “Todos somos Haití” (cuando debió ser “Todos somos Dominicana”, si se trataba de asumir la causa de los dominicanos ahora apátridas). Absurda la ocasión (sabotear un evento formal, en el que pudo entregarse, también formalmente, un pliego petitorio al respecto). Absurdo e inmerecido, en fin, el virtual sabotaje al discurso de Danilo Medina, quien precisamente busca una solución práctica humanitaria que salve la honra del Estado ante al tollo de Milton Ray y compartes. (¿A qué ejemplar exponente de la estupidez política se le habrá ocurrido este absurdo atentado contra su propia causa?).