Vivimos tiempos complejos y muy convulsos. Todo anda manga por hombro, pero consideramos lo que ocurre como normal, lo aceptamos y nos adaptamos, a pesar de que pudiéramos estar rompiendo reglas fuertemente establecidas desde hace mucho tiempo. Y lo mejor de todo, considero, es tener una definición local, es decir, que se ajuste a una realidad concreta, en este caso, la dominicana, de los aspectos y fenómenos que vivimos para no llevarnos sorpresas. Es el caso, por ejemplo de las leyes, que se redactan importadas de otros países y por más que se quiera, es imposible hacerlas aplicar porque no se corresponden con la realidad social, cultural, política y económica de la población local. Así que me pareció entretenido pensar en cómo aplicar una definición a algunos términos de nuestro diario vivir. Aquí los presento:
Cambio climático: Proceso de reversión del equilibrio de la naturaleza provocado por la angurria de cierta especie de animal insaciable en sus ansias de tener y poder.
Campesino: persona a la que le es más fácil y conveniente vivir en el siglo XV, pero con ansias de ser urbano y tener celular, jeepeta e internet, para lo cual destruye los bosques y trabaja la tierra para exportar y no para comer.
Ciudadanía tercermundista: especie de zombies atontados por el modelo de vida depredador primermundista, aunque se los saquen de sus propias costillas.
Crisis: situación de inestabilidad estable en la que todos viven mediante el principio del sálvese quien pueda.
Crisis del agua: situación de disminución de los caudales hídricos provocada por la jambre que sufren algunos y que no les permite usar los recursos naturales de manera sostenible.
Democracia: forma de vida en que vives engañado creyendo que tienes derechos y se te respeta tu categoría de ciudadano, puedes decir lo que te plazca y quejarte de lo que sea pero no cambias nada, porque se celebran elecciones cada cierto período de tiempo.
Desarrollo: negocio de algunos que tiene como base de sustentación las calamidades de la lucha por la sobrevivencia de muchos.
Dogma: creencia que se te impone a sabiendas de que puedes averiguar si es cierta o no, pero no lo haces porque así vives más cómodo.
Educación: proceso bajo el cual se mantiene el estado de ignorancia de las personas con el fin de poder utilizarlas como carne de engorde a partidos, industrias y empresas del sistema y que la situación de calamidad nunca cambie.
Estado de derecho: título de una excusa retórica con el que se esconde la cultura del compadrazgo y el clientelismo, que permite y eterniza la venta y compra de favores como forma de cohesión social.
Hambre: situación fisiológica de los seres vivos mediante la cual se mantiene la alimentación y nutrición que sostiene la vida.
Humanidad: algo que se expresa entre las personas sólo si me haces caso y haces lo que yo digo y como yo digo.
Jambre: estado de ser embaucado por la obsolescencia y vivir en la ambición insaciable de tener para aparentar, cueste lo que cueste.
Libertad: forma de vida ordenada y respetuosa, cuando se enseña y se vive mediante el principio de que el derecho propio termina donde comienza el de los demás.
Libertinaje: forma de vida desordenada e irrespetuosa, donde se quiere hacer lo que le da la gana, olvidando el espacio y el respeto a los demás.
Razón: dícese de una antigua característica de ciertos animales cuya adaptación cerebral les permite embaucar y hacer creer algo diferente, al que se lo está metiendo frío.
Y bien, esta es la propuesta para hoy. Se puede estar en desacuerdo, considerar que faltan muchas cosas por tomar en cuenta. Como ya dije, todo es muy complejo. El lector puede animarse a agregar cualquier idea que desee. Hagámoslo.