Si usted quiere restarle visibilidad a los reales problemas que nos achacan y fracturar la sociedad dominicana, promover el odio y provocar conflictos que puedan conducir a la pérdida de vidas y bienes, debe continuar en el camino trazado en 2018 obedeciendo las líneas que se señalan a continuación:
– Siga confundiendo mezclando migración, regularización, desnacionalización y soberanía;
– Haga creer que la no adhesión al Pacto sobre las Migraciones es una victoria nacional;
– Agite el mito de la unificación y fusión de la isla, aunque esto sea un absurdo;
– Celebre que se haya impedido una marcha pacífica de inmigrantes en base a agitación histérica de un grupito;
– Insista en crear un abismo entre buenos y malos dominicanos, patriotas y anti patriotas, nacionalistas y antinacionalistas, verdaderos dominicanos y prohaitianos;
– Estimule la violencia y el lado más oscuro de la gente dando rienda suelta a comentarios escalofriantes y peligrosos de corte racista, nazis, xenófobos en artículos de prensa, emisoras de radio, programas de televisión y redes sociales;
– No hable nunca a partir de la razón, hable desde la emoción promoviendo el rencor y el odio;
– Apoye ciegamente la construcción de un muro en vez de la creación de espacios de crecimiento económico y social e intercambios en la frontera;
– Designe como traidoras a las ONG, diciendo que están vendidas al extranjero, aunque esto no sea cierto y usted no tenga ninguna prueba al respecto
– Tergiverse la lucha de los dominicanos que han sido privados injustamente de su nacionalidad, mezclando siempre el tema con la cuestión migratoria, a fin de negarles sus derechos;
– Trate de hacer creer que un país se puede beneficiar económicamente de las ventajas de la adhesión a los tratados internacionales y no respetar las cláusulas concernientes a los derechos humanos;
– Apoye, bajo cualquier pretexto, las nuevas corrientes derechistas que se expresan en la actualidad en diferentes países y sienta como un triunfo propio la imposición de medidas racistas, xenófobas y discriminatorias en cualquier parte del mundo;
– Opóngase a cualquier legislación o medida que penalice la promoción e incitación al rencor y al odio;
– Olvídese de las predicas religiosas -o de cualquier otro tipo- que promuevan el amor, la confraternidad y la solidaridad.
Le aseguro que si usted sigue al pie de la letra estas pautas logrará quebrar la sociedad y destruir la convivencia social