Tras décadas de que Agencia Bella se le impusiera a un Estado que no es (gracias a una burocracia blandengue, irresponsable y carente de voluntad para ejercer su autoridad ante todo el que viole las leyes, sea quien sea), por fin aparece un alcalde, David Collado, que le ordena desocupar el tramo de acera de la avenida de alta velocidad John F. Kennedy, que dicha empresa ocupa sin ningún respeto a nada ni a nadie, causando numerosos daños (desde el susto hasta la muerte) a miles de desamparados peatones. (¡Qué bueno que Collado no negociara la no aplicación de la ley, como vergonzosamente se hizo en tan largo pasado!).