…Si no fuera porque de alguna manera las mujeres existimos ancladas en la búsqueda de la identidad genérica, probablemente, la invención poética sólo se abrazara a un alfabeto donde el vivir sería más que un riesgo, un pretexto para ser plural, para ir detrás del  círculo que imponen los años.

La vida  siempre  ha significado en mí un largo viaje, del cual no sé  –ahora- si es para ir detrás de los paralelos que traen  el silencio y los desdoblamientos, y escribir un código  donde  el mundo  sea  un espacio, un  punto para  peregrinar.

Quizás –las mujeres- continuamos existiendo sólo  como metáfora, como un reverso de la historia, como un colectivo de destinos múltiples y errantes, como  una mirada fisionada donde no se llega nunca al  principio o al final del comienzo, ni a un diálogo exclamatorio, enunciativo y reflexivo para  aprehender  de los contrarios  la memoria como un re-encuentro.