En el mes de julio  se celebra el reconocimiento a ese ser que engendró la vida, papá. Muchos países celebran la festividad  a este ser que fue instrumento para plantar la semilla de la vida que hoy posees.

Por este motivo, dedicaremos una serie de reflexiones desde diferentes aspectos sobre el tema de la paternidad,  como una especie de honra a ese hombre que fue escogido para plantar lo que es el 50% del ser de cada uno y cada una.

No hay padre sin madre, y no hay madre sin  padre, ya desde ahí podemos empezar a revisar las diferentes creencias que se han establecido en la cultura, que por cierto, las culturas  caribeña y latinoamericana tienen  rasgos patriarcales muy marcados, y es esta misma cultura la que desarraiga la participación activa y afectiva de los padres con sus hijos, haciendo de esto una tradición que lleva a pensar que la cercanía, el cariño, las expresiones afectivas, son  sólo  cosas de la madre. Y así mismo, en los días en que se  recuerda  y honra a estos seres,  se siente con mayor fuerza la madre que el padre, entonces, cambiar el paradigma de que madre no es cualquiera, pero,  padre es quien cría, ayudaría a rescatar y a empoderar la presencia del padre en la vida de sus hijos e hijas.

Cuál es el origen de esta celebración?

Se dice que esta festividad tuvo su origen en Washington,  donde una mujer llamada Sonora Smart se propuso dar un homenaje a su padre Henry Jackson Smart. Fue en  honor a un hombre que tuvo que criar a sus hijos solo, pues enviudó muy pronto;  la celebración se propuso para el 5 de junio, pero no prosperó, sin embargo, el  primer día del padre se celebró el 19 de junio de 1910 en Spokane (Washington). Esta festividad se expandió por ciudades de Estados Unidos durante los siguientes años y es en  1924, cuando el presidente Calvin Coolidge declaró el día del padre como una celebración nacional.

Finalmente, en 1966, el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación presidencial que declaraba el tercer domingo de junio como el día del padre. A partir de ese momento, muchos países inician la celebración de estos festejos. En algunos lugares  de América Latina y en Canadá, el día del padre se celebra en el tercer domingo de junio.  Otros países tanto de Europa como América Latina  celebran este día   en el mes de marzo en honor a San José,  padre de Jesús.  En otros lugares celebran durante todo el mes de julio, también  en República Dominicana se celebra el último domingo del mes de este mes.

Sentido de esta celebración

Reconocer,  a la persona responsable de la vida de otro ser,  es un acto de amor muy valioso. En ese sentido,  se está aludiendo al libro sagrado, que  en la ley de Moisés expresa en su cuarto mandamiento honrarás a tu padre y a tu madre. De tal modo, que reconocer la valía, el misterio que contiene en sí mismo, crear, engendrar, cuidar una vida, no hay forma alguna con la que se pueda pagar. 


Tanto el padre como la madre son canales por los que se hace presente la vida humana. Un padre,  repite lo mismo que su progenitor,  y aporta con el crecimiento y existencia de la vida  humana. Por eso, ser padre es una misión  bonita, responsable y compleja, que jamás debería perderse de vista esa mirada, tanto para los padres como para los hijos.

El sentido real de esta festividad radica en dar el lugar que realmente merece un padre en la vida de un hijo o hija. Y la dinámica de relación abre las puertas para hacer ese reconocimiento y para que el hijo o la hija le den el verdadero lugar que merece el padre; y aquí es una parte fuerte, no importa quien haya sido ese padre. Un padre da el mejor regalo, la vida, lo demás es la envoltura de este obsequio. Padre, eres único, y al ocupar tu lugar bendice la vida de tus hijos/as,  haciéndoles firmes, fuertes, completos,  felices, y sobre todo preparándoles  para el éxito.