Presentando la traducción y publicación del libro Nuestro Derecho a Decidir. Hacia una nueva ética del aborto en el 2006, México, la teóloga de EE. UU. (ya fenecida) de la iglesia presbiteriana, Beverly Wildung Harrison señaló que detrás del conflicto sobre el aborto está el ver a la mujer como un recurso humano para poder reproducir la especie. Por lo que su condición de humana con conciencia e identidad ha sido irrelevante,  le es negada. (El libro fue publicado por Católicas por el Derecho a Decidir en México, 2006).

Sostiene B. W. Harrison que el aborto seguro y legal otorga a las mujeres fértiles y heterosexualmente activas la certeza de que tener hijos es una decisión y no una necesidad, no un mero accidente biológico. Argumentó “…que el libre derecho de las mujeres a decidir la procreación es imprescindible para que pueda existir una verdadera sociedad moral (…) una sociedad apta moralmente https://cimacnoticias.com.mx/noticia/hacia-una-nueva-etica-del-aborto/.

Para esta teóloga presbiteriana, Beverly W. Harrison, la superación del aborto en las vidas de las mujeres tiene y tendrá dificultades porque no hay políticas que vislumbren “…una anticoncepción más segura, mayor seguridad socioeconómica, obtener apoyos más fuertes para la crianza de los hijos, la disminución de la brutalidad racial, ni la reducción de la violencia contra las mujeres.” (Ibid).

Para escribir este libro esta teóloga especializada en ética a nivel mundial tomó 30 años de su vida revisando la literatura religiosa y el tema del aborto a través de toda la historia. Y para ella una revaloración del tema por las religiones y entre especialistas teólogos/as especializados en ética no podría ser con filósofas/filósofos misóginos, pues no tienen la calidad moral sin empatía hacia las mujeres.

La obispa presbiteriana Harrison planteó en su libro que la exaltación del nasciturus o embrión haciéndolo equivalente a una persona no era materia de interés ni de tratamiento hasta la edad media y pone como ejemplo las posiciones de San Agustín en el siglo III y de Santo Tomás de Aquino en el siglo XIII.

Para ella, con ese querer establecer equipolencia del nasciturus a una persona, la mujer, se busca el control pues también se comenzaron a condenar los anticonceptivos, y aún hoy día, porque se entiende que la mujer quería tener vida sexual libremente, lo cual ya era inaceptable para el patriarcado, lo que fue analizado en el 1884 por  Federico Engels en el libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, basándose …parcialmente en las notas de Karl Marx sobre el libro La sociedad antigua del antropólogo estadounidense Lewis Henry Morgan.”  https://es.wikipedia.org/wiki/El_origen_de_la_familia,_la_propiedad_privada_y_el_Estado.

Para los teólogos católicos ya mencionados, el italiano Santo Tomás de Aquino (1224-1274) “…el embrión no tenía alma, que se adquiría junto la forma humana”, y para San Agustín, africano, obispo de Hipona (354-430 d. c.), consideraba que el embrión no tenía alma hasta el día 45 después de la concepción (Juan Robledo, Infobae, 10 de junio del 2018). https://bit.ly/38eZkQm.

La próxima semana continuaré tratando este tema sobre la conflictividad ética, religiosa,  analizando la diferencia de posiciones entre dos obispos, ante el peligro que corría la vida de una niña embarazada, también víctima de violación e incesto, en Brasil, marzo del año 2009.