(A Alvert, futuro cardenal dominicano)

A unos cien años de proclamar la aconfesionalidad que postulaba Duarte en su proyecto constitucional los dominicanos hemos sido incapaces de poner en práctica los postulados del Estado Laico que indica la Constitución.

La causa

La causa: la ignorancia y la postración en que nos ha sumido la Iglesia Católica, verdugo colonialista del pueblo dominicano, traidora de la dominicanidad y del Duarte excomulgado.

Rémora elitista del imperio español y de la monarquía antidemocrática. Vestigio medieval, claque de tiranos absolutistas y otras rancias mantequillas.

Nuevos vientos

Sin embargo en los dos últimos años la ciudadanía ha venido tomando conciencia de que no se debe continuar con las prácticas propias de un Estado Confesional que contravienen la Constitución Dominicana. (Concordato, tedeums oficiales, vicariato castrense , educación católica, presupuesto para el clero y otros ascos.)

Estado laico y oferta partidaria

Nuestros partidos políticos han madurado lo sufriente para atreverse a incluir en su oferta política el asunto del Estado Laico.

¿Atreverse?

Y decimos atreverse, porque para nadie es un secreto que la Iglesia católica (históricamente antiduartiana y antidominicanista y golpista), como la principal beneficiaría de esta mala práctica, ha sido capaz de chantajear a nuestros políticos a través de la historia, casi todos la odian y le temen, aunque ya la tienen instalada en sus mentes y corazones como inmoral, farsante y encubridora de delincuentes: complices.

El papa: partidario de la laicidad

Sin embargo a los que le tienen miedo se les ha abierto una buena brecha: el papa Francisco se ha declarado partidario del Estado laico y lo define como el más conveniente para todos, incluyendo la Católica.

Desacreditada y agónica

Los tiempos han cambiado, la Iglesia Dominicana se encuentra muy desacreditada agónica y atribulada, y por su tribulación viene cometiendo errores imperdonables que la han hecho aparecer como una institución prepotente e intolerante que suele chantajear aun a nuestros legisladores. Los obispos criollos se han sumergido en el silencio, excepto Víctor Masalles que sí le duele el caso del nuncio pederasta Wesolowski y el caso de las niñas del Albergue de Higüey que se mantiene pendiente. Este silencio los ha desacreditado inclusive ante sus propios fieles y, mientras más silencio muestren más se hundirán en la inmundicia. Y para colmo, nos presenta un cardenal que ha sido cogido hablando mentiras.

La Iglesia contra el Estado

La Iglesia es un gran vampiro nacional que se chupa el presupuesto estatal para lujos y proselitismo y sin embargo lo ataca inmisericordemente. A nadie se le ocurre pensar que un sacerdote se atreva a acusar a nuestros congresistas de recibir dineros por el caso de Loma Miranda sin la aprobación de las altas jerarquías eclesiásticas. La iglesia toda ha asumido esa causa, orgullosa, blasfema porque de ninguna manera va ha perder ese pleito.

Políticos y empresarios con sotanas

Quedan pocos dominicanos y políticos que no consideran a la Iglesia como un partido políticos cuyos dirigentes blasfeman el nombre de Dios y comercian en sotanas. Pero ya no nos engañan. Son constructores de carreteras y proyectos…claro…por amor a Dios y no por interés mundano.

Las iglesias evangélicas

Ya las iglesias evangélicas le están exigiendo al presidente la anulación del Concordato trujillista para ser tratados de igual a igual y quitarle los privilegios a la católica. Mientras los evangélicos se arrascan con sus propias uñas aquellos pendejos reciben de todo del Estado, principalmente solidaridad ideológica de un Estado que se presenta como católico y que debe ser ideológicamente neutro, laico.

Estado laico

El estado Laico garantiza la libertad de cultos a todos, como ordena la constitución, incluyendo a los del “culto ateo”.

Privilegios

El Estado Laico aconfesional garantiza erradicar los privilegios y ponernos todos a jugar con las mismas reglas, lo que la Constitución manda.

De oscura transparencia

Exigen transparencia al Estado mientras practican una total opacidad como la más oscura institución posible y, usando fondos públicos, violan la constitución y las leyes de la transparencia… diezman al Estado y a su grey, no le rinde cuentas a nadie, ni siquiera a Dios.

Oremus: 

O Deus…Libera rerum iugum Ecclesiae. Silentio relinquere iter arripiunt Ilumina lux domnis episcopis, et de conscientia peccati.

Oh Dios… Libera a los políticos dominicanos del yugo de la Iglesia. Ilumina señor a los obispos criollos a ver si abandonan el silencio y toman los caminos de la luz y renuncian a la complicidad y al pecado.